Ocasionalmente en unas zonas, muy frecuentemente en otras, suceden en el mundo hundimientos bruscos y rápidos (colapsos) o lentos y progresivos (subsidencias) que reflejan la inestabilidad del terreno que pisamos.
Entre sus causas: karstificación; descensos del nivel freático, naturales o debidos a causas antrópicas (extracción de aguas subterráneas: eliminación de agua en acuíferos confinados o vaciado de cavidades kársticas); excavaciones subterráneas relacionadas con minería o con ingeniería civil; arrastres subsuperficiales por flujos de aguas originados en relación con periodos de altas precipitaciones atmosféricas o ligados a rotura de tuberías, conducciones, ….
Las imágenes muestran dos ejemplos llamativos de este último año 2016, el primero atribuido a las intensas precipitaciones que tuvieron lugar en la zona en esas fechas (con un colapso y un deslizamiento entre diciembre de 2015 y enero de 2016) y el segundo vinculado a las obras subterráneas del metro que se están llevando a cabo en el entorno, según la información publicada en prensa.
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