La enseñanza a la antigua usanza -con lápiz, papel y decenas de libros- fijaban un camino opaco y muy definido para los estudiantes. Sin embargo, la llegada de la revolución digital también transformó este panorama educativo: las horas interminables de clase ahora se dinamizan a golpe de stylus y pantallas táctiles; las necesidades de los alumnos se cubren con mayor flexibilidad, creatividad y, sobre todo, bajo un universo totalmente diferente.
Cuando hablamos del acceso a dispositivos electrónicos en la educación siempre hay un poco de temor, ya que no se sabe cómo simplificar y optimizar su uso. En esta transformación la ayuda de los docentes y padres es esencial. Debemos de estar cada vez más familiarizados con las nuevas tecnologías y proponernos nuevos retos. No solo es suficiente saber cómo utilizar una máquina, sino que también debemos de ayudar al alumno a exprimir al máximo su aprendizaje a través de las infraestructuras digitales, convertirnos en un guía para ellos.
Actualmente podemos confirmar que si acudimos a la mayoría de las escuelas y colegios de nuestro país, el método educativo ha cambiado, ya que los trabajos a los que se enfrentarán en un futuro no son los mismos que los que hoy existen o los de hace unos años ya que como hemos mencionado en entradas anteriores la innovación tecnológica va in crecendo. En la mayoría de las aulas están presentes dispositivos electrónicos como pizarras digitales, smartphones, tablets, robots así como diversos programas y aplicaciones informáticas que son utilizados por docentes y alumnos durante las clases. Además, es impresionante ver como hoy en día un niño de tan solo 3 o 4 años es capaz de utilizar los distintos medios digitales con una soltura y un manejo que nos deja boquiabiertos, algo que hace unos años nos parecería algo impensable.
Además de ser útil y necesaria para prepararse para un futuro en el que la tecnologia será la protagonista, tiene otros muchas ventajas siempre y cuando se utilice de forma responsable, ya que ayuda y fomenta el desarrollo de aptitudes que en un futuro serán esenciales en el mundo laboral.
La memoria o la resolución de problemas por imitación, ejes del sistema educativo actual, serán aptitudes secundarias en el paradigma futuro. Aptitudes como la creatividad, el trabajo el equipo, el ingenio, la autonomía, el pensamiento crítico o la defensa de ideas, en cambio, serán más valoradas.
Y es que en ese futuro que aguarda a los alumnos del presente, la tecnología, apoyada sobre bases de datos, fuentes de información y robots estarán a disposición del ser humano en milésimas de segundos. La diferenciación y el valor del ser humano pasará entonces por otra serie de aptitudes, hasta ahora no fomentadas lo suficiente.
Aquí finalizo mi post de hoy, un saludo y por aquí seguiremos informando de las últimas noticias sobre la actualidad tecnológica.

Los contenidos de esta web están sujetos a una licencia