Etiquetado frontal: una medida primordial para nuestra salud

Cuidar nuestra salud implica conocer los productos que estamos consumiendo. Eso está ocurriendo en la actualidad, donde los consumidores se están preocupando más por el tipo de alimentos que compran. Si bien, mucho de esos productos son procesados, es bueno conocer que ingredientes contienen y si causan un daño mayor a nuestra salud. El único modo de saberlo, es a través del etiquetado frontal de bebidas y alimentos visible en la parte externa del empaque.

La información expuesta en el etiquetado frontal es muy completa, de este modo es más fácil elegir el alimento que deseas. El etiquetado en México se realiza de forma obligatoria, basándose en las normas establecidas en el país. Todos los alimentos o bebidas no alcohólicas, deben contener la información nutricional en un etiquetado frontal. La misma normativa determina que la información debe ser clara y advertir, cuando estos alimentos representen un riesgo para la salud.

El etiquetado frontal cumple sus funciones cuando algunos de sus ingredientes se encuentran en exceso o contiene elementos artificiales que pueden ser de cuidado para algunos consumidores. De esta forma, se establecen cinco tipos de etiquetado frontal, donde se indican las calorías del producto, el porcentaje de grasas que contiene, el tipo de grasa, contenido de azucares y grandes cantidades de sodio. Cada ingrediente en exceso que esté obligado a advertir en el empaque, deberá ir en un recuadro individual.

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¿Cómo funcionará el nuevo etiquetado frontal?

Como ya te indicamos, la función será indicar los componentes nutricionales de los alimentos en su empaque de manera legible y veraz. Dicho etiquetado, también mostrará una advertencia cuando alguno de sus ingredientes se encuentre de manera excesiva. Para determinar ese exceso de la cantidad de un ingrediente particular, se deben revisar los estándares propuestos por la OPS (Organización Panamericana de la Salud). La organización realizó un perfil de nutrientes, en el que indica los niveles permitidos para el consumo humano seguro. El ingrediente que sobrepase esos límites, deben indicarlo en el etiquetad frontal con una advertencia, como pudiera ser “Alto en sodio” e indicar la cantidad contenida en el empaque o porción.

La etiqueta tendrá dos leyendas de advertencia, una estará destinada a indicar el tipo y cantidad de edulcorante que contenga el producto, y el otro, para indicar los niveles de cafeína contenido en el alimento o bebida. Esta ultima advertencia se ha creado solo para evitar que los niños consuman ese tipo de bebidas o alimentos con alto contenido en cafeína.

Nuevos cambios en el etiquetado frontal

Todas las cantidades de nutrientes, ingredientes o añadidos químicos, estarán expresados en base a 100 gramos. Lo que ayudará al consumidor, a comparar cantidades entre productos de una forma más fácil y con información exacta, ya que incluye los productos utilizados en el proceso de elaboración.

Tabla nutricional e ingredientes del producto.

A la tabla nutricional, se le añade mayor información sobre los azucares, indicando la cantidad utilizada para la elaboración del producto. Por la nueva normativa, sólo se le añade a la advertencia, los azúcares contenidos en el producto.

Declaraciones nutrimentales.

En este aspecto, se aumenta el tamaño de la etiqueta, a fin que tenga mayor visibilidad para los consumidores.

Limitaciones para usar avales en sus productos.

Ya es costumbre que el consumidor se incline por algún producto al ver que cuenta con el respaldo de asociaciones médicas. Ya no será posible, si no cumple con las exigencias nutricionales adecuadas. Al momento que un producto debe realizar advertencias por su contenido, se le prohíbe utilizar este tipo de avales que incentiven su consumo.

Regulación de empaques con diseños persuasivos.

El uso de empaques llamativos, tal como el uso de super héroes, caricaturas o mascotas, queda restringido para productos que no tengan advertencias. Cualquier producto que tenga leyendas de precaución o advertencias, se les restringirán de estrategias publicitarias persuasivas.

No quedan exentos de advertencias productos de empaques pequeños

Anteriormente los empaques pequeños fue la estrategia utilizada por la industria para evitar las regulaciones. De ahí que veamos los famosos empaques mini, especialmente para la escuela o la merienda personal, fácil de llevar. La realidad es otra, por lo que la normativa ha dispuesto que deben llevar octágonos negros, tantos como cantidad de sellos deba tener el empaque.

Objetivos de la regulación del etiquetado frontal de alimentos y bebidas

Tras las alarmantes cifras de mal nutrición, afecciones derivadas de la mala alimentación, surge la necesidad de normar el etiquetado de productos para hacer visible sus características nutricionales y advertir contra aquellos ingredientes que pudieran afectar la salud. El principal problema ha sido el sobrepeso, afectando en gran parte a niños y adolescentes.

El consumo excesivo de algunos ingredientes particulares, que en grandes cantidades pueden causar daño a la salud, entre ellos las grasas trans, azucares y el sodio, este ultimo tan perjudicial para la presión arterial, enfermedades cardiacas y afecciones renales. Y si analizamos los efectos de ingredientes excesivos en su conjunto, estaríamos hablando de diabetes, enfermedades cerebrales o enfermedades vasculares. A nivel fisiológico, cada uno de estos ingredientes causa un efecto particular, pero en exceso inhibe la absorción de nutrientes, compite con otros nutrientes, además de alterar todo el sistema circulatorio, la glucosa en sangre, así como el almacenamiento de grasa en los músculos.

El etiquetado frontal busca reducir esas cifras de obesidad, el cual anteriormente no era visible ni entendible para cualquier persona. En vista de las dificultades del etiquetado, se propuso un nuevo diseño, para que sea entendible por cualquier niño, adolescente o adulto. Dichas normas se impulsan en los informes de la UNICEF y la OMS, donde indican como debe realizarse la alerta sobre ingredientes nocivos para la salud en los empaques de los productos.

Sin duda, el etiquetado frontal puede influir en el consumo de alimentos sanos. Muchas personas desconocen lo que están comprando, pero si se le coloca una advertencia ya queda bajo su responsabilidad. El tema de los niños también es delicado, siendo que los padres compran un desayuno sano, basándose en la publicidad, sin darse cuenta que le están dando alimentos altos en azucares o sodio a su hijo.

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