Biometría

La biometría es una tecnología de identificación basada en el reconocimiento de una característica física e intransferible de las personas, como por ejemplo, la huella digital, el reconocimiento del patrón venoso del dedo o el reconocimiento facial.

Es un sistema automatizado de reconocimiento humano basado en las características físicas y comportamiento de las personas. Se trata del mismo sistema que utiliza el cerebro humano para reconocer y distinguir una persona de otra. Reconoce a la persona basándose en «quién» es, no importando «lo qué lleva puesto» o «lo que conoce».

Los sistemas de verificación biométrica que se utilizan habitualmente son: biometría de huella dactilar, biometría vascular, biometría facial, biometría de iris, de voz, de retina, biometría de la palma de la mano y firma.

De todos los sistemas de verificación biométrica, la biometría de iris es la que da los resultados más óptimos, pero requiere que los ojos del individuo se aproximen mucho al dispositivo por lo que es un método un poco desagradable. Además, suelen ser caros y aparatosos, por lo que resulta una aplicación poco práctica.

Resultado de imagen de biometria ocular

El sistema de reconocimiento biométrico voz es más práctico, pero no seguro ya que está sujeta a los cambios de voz debidos a cualquier enfermedad, ronquera o ruidos externos que puedan interferir en el reconocimiento de la voz.

Resultado de imagen de biometria con voz

El reconocimiento de la palma de la mano tiende a ocupar mucho espacio y tiene una tasa de FAR (False Acceptance). Por tanto, este sistema raramente se utiliza en zonas de alta seguridad.

Resultado de imagen de biometria con la mano

El sistema de reconocimiento mediante la firma, de la misma manera que el sistema por voz, está condicionado por diferentes factores, por lo que no resulta práctico.

Resultado de imagen de biometria con la firma

Son entonces, la biometría de huella digital, la tecnología biométrica vascular y el reconocimiento biométrico facial los sistemas más fiables para su uso en numerosas aplicaciones.

Imagine que las contraseñas han pasado a la historia y tiene que utilizar la forma de su ojo o su voz para usar un cajero automático. Puede sonar a ciencia ficción, pero el valor de la biometría y el potencial que representa para las empresas es algo evidente.

Los desarrolladores de smartphones están incluyendo lectores de huellas dactilares en sus dispositivos, ciertas instituciones financieras están poniendo a prueba sistemas de seguridad con reconocimiento facial y de voz para identificar a sus clientes, y el gobierno británico ya emplea esta tecnología para las solicitudes de residencia.

rosgonlop
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