Confianza

Día1Cumplo con una precioso encargo que acaba de hacerme el Rector de la Universidad de Salamanca. Me anima a que difunda, con algún poema mío, un mensaje de confianza en medio de estos momentos difíciles.

Hace un tiempo publiqué un libro que era un autorretrato: Confiado. Me atengo a ello. Aristóteles define el miedo como un sufrimiento anticipado, por un mal que nos aguarda en el futuro. Ahora es el momento de lo contrario: pre-sentir el futuro como un bien. Eso es la confianza. Aunque todavía no lo veamos, el bien nos aguarda. Es muy probable que estos días de prueba vayan a ser más de lo que esperábamos, pero al final van a ser menos de lo que tememos. La confianza, por supuesto, tiene que ir acompañada de todas las precauciones. Es más, nace de las medidas de protección que debemos cumplir todos.

Abre esta entrada un poema titulado Lo sencillo. Lo leo en un vídeo publicado por el Instituto Cervantes de Roma, donde tendría que haberlo leído hoy, en un acto en la Università di Roma La Sapienza. Va también en una imagen que editó y difundió el primer día de confinamiento una lectora entusiasta, Inma Gómez.

Firmo con otro poema:

CONFIADO

— para Ariel Sribman

Pongo mi corazón en el futuro.
Y espero, nada más.
De los dos monosílabos prefiero
el más claro, el sencillo, el que despliega
un lienzo en el que todo
podrá ser. El amor
dará firmeza a lo que digo. Estoy
con los que creen sin ver, con los que andan
sobre las aguas. Cuando el mundo entero
o mi mundo se hunden
tantas veces, entonces
algo relacionado con los pájaros
y los lirios me salva.
Entonces tengo todas las palabras.
Sueño palabras. Fluctuat nec mergitur.
Prefiero abril. No sé cómo decirlo.
En una calle estrecha de Venecia
he encontrado una casa con un lema
breve sobre el dintel, incrito en piedra
hace siglos, legible todavía,
que franquea la entrada. Ancora spero.
Tenemos que elegir. Ésa es mi puerta.

————————- J.A. González Iglesias

2 Respuestas para Confianza

  1. Oliva 21 marzo, 2020 en 17:12 #

    Muy hermoso. Es un poema llevado por una barca con remos que todavía no ha llegado a la orilla.

    Es la fruta cuya piel todavía no se ha pelado y aún no hemos comido porque siempre la vemos tan hermosa que nos daría tristeza comérnosla.

    Tan humano y demoledoramente íntimo. Está amaneciendo, es verdad, la luz del sol siempre nos va a brillar.

    Es tan dulce este poema que no utilizaré ni tocaré ninguna de sus propias palabras, ninguno de sus propios ingredientes,
    para que la receta pueda seguir intacta y que sirva también para otros que la busquen.

  2. Charo 23 marzo, 2020 en 17:48 #

    Gracias, querido Juan Antonio, por un mensaje tan esperanzador, y por tu poesía, que siempre es un regalo, además recitada por ti.
    Un abrazo. Cura ut quam optime valeas!

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