considero que desde que el ser humano comenzó a agruparse en pequeñas organizaciones las denominadas (Gens) se empezaron a establecer una serie de compromisos y tareas determinadas para cada miembro de dicho grupo, las cuales iban desde la labor de la cacería para los hombres, la de aconsejar y guiar por parte de las personas de mayor edad, hasta las labores domésticas para las mujeres quienes eran las que normalmente se encargaban de preservaban el ambiente de comunión entre esta célula organizacional, surgiendo así los deberes y obligaciones.

Con el paso del tiempo y conforme el ser humano comenzó a adquirir nuevos conocimientos, fue cambiando con ello su percepción respecto a su manera de organizarse y de comportarse,  situaciones que en conjunto trajeron consigo la necesidad de establecer una serie de restricciones y medidas las cuales tenían que ser acatadas para así tener una sana convivencia o de lo contrario ese comportamiento antisocial seria reprimido de alguna manera. Al imponer estas limitaciones se buscaba crear una conciencia en los individuos, ya que claro estaba que si actuaban de manera ajena a dichas restricciones, eso iba a traer como consecuencia una sanción.

Muchas de estas sanciones normalmente buscaban la represión tanto interna como externa, es decir; se pretendía establecer un vínculo entre lo moral y lo jurídico situación que hasta la actualidad sigue siendo un tema objeto de debate, pues los expertos de derecho aun no pueden dar una respuesta a si en realidad existe una dualidad entre estos dos conceptos o sí existe un punto de quiebra entre ambos.

Este artículo lo relaciono con el derecho, ya que en todo momento el derecho está presente, pues en la vida cotidiana el derecho siempre interviene en la sociedad como una mano invisible la cual reprime y rige cualquier actuar que traiga consecuencias de derecho derivadas de las relaciones de los individuos en sociedad. Como comente anteriormente, cotidianamente los individuos nos vemos inmersos en  diferentes actos jurídicos, los cuales van desde el uso del transporte público, la compra de alimentos en algún supermercado e incluso al recibir catedra por parte de algún profesor, ya que todas y cada una de estas relaciones están regidas bajo una figura del Derecho Civil y la conocemos como CONTRATOS.

Con la exposición de este trabajo pretendo establecer el importante papel y la influencia que  el derecho y la moral influyen en los individuos, dejando claro que el derecho es importante para regular la vida de nosotros los individuos dentro de una sociedad, pero que muchas de las veces la moral, los valores y la educación todo en conjunto conforman  lo que llamamos como “conciencia” la cual resulta ser en muchas de las ocasiones el mejor juez al momento de reprimir un actuar ajeno al derecho.

Es en este momento donde podemos ver la relación que existe entre la moral y el derecho, pues sabemos que para todo acto ilícito habrá una sanción como medida represora, pero sabemos que en los individuos moralmente la sanción se presenta de manera interna; es decir, el llamado “cargo de conciencia” es la sanción que moralmente en los individuos actúa como medida represora y se presenta como consecuencia por la realización de algún acto ilícito ajeno a las buenas costumbres y al control social.

COMPARTIENDO UN POCO DE NUESTRAS COSTUMBRES A LOS AMIGOS EXTRANJEROS Y A LA VEZ APRENDIENDO UN POCO DE ELLOS…

Entonces levanta la cabeza y nota que el ciclo ha terminado, camina con su libreta vieja a la cual solo le restan las dos últimas hojas en blanco mismas que se encuentran manchadas por el sudor provocado por el esfuerzo y también con algunas lágrimas de dolor; escribe:

Soy una persona llena de defectos, que aprendió  a caminar con el empuje del viento, ya que de la mano solo tuve  mi sombra, siempre preocupándome por hacer algo por los demás, deteniéndome en ocasiones por el miedo a los cambios. Siempre pensando que la felicidad dependía de estar al lado de alguien, y sin darme cuenta que para ser feliz y estar bien; en efecto tenía que estar bien, “pero  conmigo mismo”.

Cuando llego el momento de la verdad, solo miro al frente y se dio cuenta que tenía 20,992 puertas esperando por el, las cuales no quería abrir por temor a perder lo que ya había ganado.

Cuando el sol ilumino su rostro por segunda ocasión y sintió el calor inmenso, decidió caminar, no dio muchos pasos ya que noto que todo lo tenía cerca, pero lejos a la vez, dejo entonces el miedo atrás y se decidió a abrir una por una todas esas puertas, recordando todo aquello que había vivido y pensó:

-Valla,todo lo que perdí de mi por alguien más.

Con un portazo ensordecedor el cual revestía una envergadura de completa seguridad eligió una de las miles de puertas que esperaban leales a él.

El aire hojeaba todas y cada una de las páginas escritas en la vieja libreta, aquella libreta donde había plasmado sus sentimientos la que ahora en el suelo se encontraba, llevándose con el aquellos miedos e inseguridades que solo lo ataban…