Incipit tragedia

Ya se llevaba intuyendo bastantes años, pero ahora mismo comienza a ser una realidad. La industria editorial comienza a vislumbrar su futuro en la digitalización y no hay marcha atrás.
Con respecto a esta mirada de futuro, podemos y debemos tener en cuenta dos posiciones. En primer lugar aquella más optimista, que, centrada en las nuevas formas de producción, preconiza la revolución del mercado del libro: reducción de costes, supresión de la lacra de la distribución tradicional… Pero, desde otro punto de vista, también podemos ser pesimistas. Durante algunas entradas de este blog intentaré desarrollar mi posición, porque este tema es complejo y de muy difícil simplificación. Para ello debemos abordar los cambios que el factor “nuevas tecnologías” va a producir en la adquisición y lectura. En segundo lugar, valoraremos los pros del nuevo sistema editorial, desde las fases más importantes del ciclo productivo del libro. Y por último, las contras, y las posibles soluciones que, desde mi experiencia, deberían tomarse en cuenta.