¿Los peligros de la brecha tecnológica?

De vuelta al trabajo tras el descanso veraniego, me encuentro con una noticia que afirmaba que ya se están comenzando a realizar entrevistas de personal con medios tecnológicos. En realidad, tecnología se ha utilizado siempre, si entendemos como tal a los propios estudios de psicología (y puede hacerse así). En concreto, en la noticia se hablaba que algunas empresas utilizaban videojuegos (la responsable era de Adecco, creo recordar) para realizar test de inteligencia y valorar las capacidades lógicas y de decisión de los aspirantes a un determinado puesto de trabajo de responsablidad.

 

¿Es esto un adelanto que mejora los procedimientos de selección de una determinada empresa? ¿O es el inicio de la discriminación de individuos que no han sido capaces de adaptarse a las tecnologías? En cierta forma, las dos cosas. Ahora mismo ninguna empresa estaría dispuesta a ceder la responsablidad de sus decisiones a un directivo que no sepa lidiar con las tecnologías. Pero debemos ir más allá. Quizá no debemos afirmar irreflexivamente que si un directivo no supera esta prueba es que no está preparado para desenvolverse en el ámbito de las nuevas tecnologías.

 

En este proceso entran muchos detalles que se deben tener en cuenta. No se está inquiriendo al aspirante por la tecnología en sí, sino por un tipo de interfaz que es la que le ha llevado a usar ese programa. Puede ser que la narrativa, la forma de expresión de esa interfaz sea lo que ha resultado difícil de descifrar. Las interfaces necesitan de un tiempo de aprendizaje que es más o menos amplio dependiendo del contexto educativo del individuo, de su background.

 

El cine, tan aparentemente accesible, también necesita de un aprendizaje, de un contexto que determinadas culturas no han recibido. Y eso no significa que no tengan dotes para el cine. Tan sólo quiere decir que no manejan determinados códigos. En este caso, la interfaz plantea los mismos problemas.

 

Independientemente de los numeros problemas que vamos a sufrir si no somos capaces de reducir esa brecha tecnológica, hay veces que no es una cuestión de fondo, sino más bien, de código.

Aún no hay comentarios.

Deja un comentario


*

Política de privacidad