Si buscas desconectar, relajarte y pasar un tiempo de calidad contigo mismo, sin duda una de las mejores alternativas es a través de balnearios Aragón con sus terapéuticas y extraordinarias aguas termales.
Los valles pirenaicos de Aragón son ideales para el turismo rural, para conocer sus impactantes paisajes y disfrutar de balnearios llenos de historia, situados en lugares especiales, zonas que estuvieron bajo el poder romano (o incluso más antiguas) y que desde entonces hacen uso de las propiedades terapéuticas y medicinales de sus aguas termales.
Aquí te presentamos una lista de los 5 mejores balnearios en Aragón.
1. Balneario de Paracuellos de Jiloca
Paracuellos de Jiloca es un municipio de la comunidad autónoma de Aragón, a apenas 4,6 km de Calatayud y 2 de Zaragoza. Su balneario, el más antiguo de Aragón, fue y es famoso por sus aguas termales, que en el siglo XIX fueron descubiertas, y gracias a lo cual se edificó el hotel que alberga a sus visitantes.
Este balneario, comenzado a edificar en 1848, está formado por los “Baños Viejos”, que pertenecen al manantial que ya se conocía desde hacía siglos, y los “Baños Nuevos”, que una familia de la zona edifica en 1875 al comprar una finca cercana al primero. Años después se unificaron.
Tras profundas renovaciones y refacciones, hoy en día ocupa un terreno de más de 100.000 m2 y una oferta muy especializada no solo en servicios termales, sino en lagos naturales, paseos, jardines, parque infantil, pistas deportivas, zona con piscina y playas con césped, sombrillas y tumbonas, piscinas exteriores y piscinas de contraste, sauna romana, baño turco, reunido todo en las instalaciones termales más modernas de España.
Para disfrutar de este balneario en Aragón se puede elegir desde planes y paquetes de un día hasta estadías de una semana, con la comodidad y el confort de los mejores hoteles del mundo.
2. Termas de Pallarés
En la localidad de Alhama de Aragón se encuentra una zona de una gran riqueza termal. Ya los romanos habían construido unas termas para aprovechar sus fuentes, a las que denominaron Aqvae Bilbillitanae en referencia a Calatayud, a la que conocían por el nombre de Bílbilis en el siglo I.
Cayeron en desuso durante la decadencia imperial, luego los árabes le volvieron a dar una gran importancia, pero posteriormente fueron olvidadas por los cristianos, y no fue sino hasta el siglo XIX que el balneario se recuperó.
Un hotel magnífico, el primero de España en tener ascensor, fue construido, donde llegaban las principales personalidades de la época.
En la actualidad, las Termas de Pallarés ofrecen toda clase de comodidades, desde espacios gastronómicos de alta calidad hasta baños termales en el impresionante lago natural.
3. Balneario de Alhama de Aragón
Este balneario, con un modernísimo hotel, aprovecha la inmensa calidad de las aguas termales aragonesas. Se inspira en los baños de “El Moro”, que según las crónicas son los más antiguos del país (datan del siglo XII).
Famoso por ser un balneario termal de la época romana, dispone de unas aguas con excelentes propiedades que emanan directamente de las rocas de sus instalaciones a una temperatura de 32ºC. Son aguas son altamente recomendadas para tratamientos como la recuperación, rehabilitación y cuidado de la salud.
4. Balneario de Panticosa
Situado en pleno Pirineo, el balneario se rodea de montañas escarpadas, y está construido en una pradera de altura, a más de 1.600 metros, en el valle de Tena.
Se alimenta de seis manantiales diferentes con propiedades únicas, lo que permitió que se construyese un centro completísimo de rehabilitación termal y relajación.
La primera construcción se realizó en el siglo XVII, pero es a mitad del siglo XIX cuando adquiere fama y notoriedad, y en los alrededores de las fuentes se construyeron edificios que aún siguen en pie. Sus ofertas van desde los baños termales hasta pistas de esquí y rutas de senderismo.
5. Balneario Vilas del Turbón
Este balneario queda en Huesca, en la localidad Vilas del Turbón. Rodeado de un paisaje netamente pirenaico, el balneario está enclavado en un entorno privilegiado, cerca de pueblos como Graus, Benasque o Cerler, y de los parques nacionales de Ordesa y Aigués Tortes.
Las fuentes termales tienen aguas carbonatadas, oligometálicas, cálcicas e hipotónicas, perfectas para diversas dolencias. La oferta del hotel abre desde marzo hasta diciembre.























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