Cada cierto tiempo conviene hacer cambios para evitar la monotonía
Con los acontecimientos del último año, hemos descubierto el poder mágico que pueden llegar a tener nuestros hogares si realmente hemos hecho de nuestra casa un lugar acogedor en el que apetezca pasar las horas, porque de lo contrario puede convertirse en una especie de prisión. Es relevante adaptar nuestro hogar al estilo que nos gusta para que nos apetezca estar en él. Y resulta que reformar una casa y darle un giro es más factible de lo que habías imaginado y puede llegar a tener resultados espectaculares. Un cambio de estación o la entrada del nuevo año pueden ser una ocasión perfecta para decidirse.
Puede tratarse de una casa en la que llevas toda la vida, o que la has heredado o adquirido hace poco. Aquí tienes un ejemplo de una reforma antes y después para que veas lo mucho que puede cambiar un hogar si se le da un poco de cariño, algunas capas de pintura, etc.
Complementos que pueden ser un lujo
A veces ocurre que prestamos poca atención a cómo están decoradas las casas y eso es un error. Y en ocasiones ni siquiera hacen falta grandes reformas, sino algún pequeño cambio que le da otro aire a la vivienda. Un truco: para darle un cambio a una casa hay que comenzar por hacer una limpieza y deshacerse de todo lo que consideremos prescindible, y a partir de ahí ya tendremos un espacio más desahogado en el que empezar a imaginar los nuevos cambios. Así que ordenar y limpiar puede ser un buen comienzo.
Esa limpieza no implica necesariamente tener que tirar todo lo que no sea nuevo. De hecho, en muchas ocasiones un gesto tan simple como restaurar una silla antigua, un espejo deteriorado o una lámpara retro, le da un toque especial a nuestra casa. Está claro que el paso del tiempo causa estragos, pero a veces podemos jugar con la ventaja de tener detalles de envejecimiento en nuestro hogar que le den un valor añadido por ser únicos.
Imprimir calidez a todos los espacios
Ni siquiera hace falta invertir mucho dinero para hacer grandes cambios. Por ejemplo, en esta época del año basta con añadir detalles que impriman calidez a los espacios. Aquí es clave jugar con los colores, que han de ser cálidos. Y por otro lado, un gesto tan sencillo como cambiar la decoración de las paredes ya hace que varíe mucho un espacio. Retirar los cuadros o fotografías que tengamos y sustituirlos por otros, o por un vinilo o unos estantes ya es un cambio.
La estética y el confort como principales razones
Aprovechando esta época, jugar con las alfombras es otra manera de hacer que un espacio parezca más grande o de jugar con la combinación de colores mientras se transmite calidez y se hacen las estancias más acogedoras.
Y también podemos emprender otros cambios que suponen un desembolso un poco mayor como echar abajo una pared para dar un giro total a la vivienda, o reformar el baño o la cocina que están entre los espacios que más se deterioran por el uso.
Lo importante es que tengas clara la idea del cambio que quieres lograr y que no pierdas de vista ese objetivo, entre otras razones porque prima marcarse un presupuesto y obligarse a no salirse de él, ya que buenas ideas hay muchas y todas pueden ser tentadoras. Más importante que hacer un sólo cambio es renovar el estilo del hogar cada cierto tiempo ya sea con pequeños cambios o a través de una reforma.




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