Acero puro da una vuelta de tuerca a la larga lista de películas sobre boxeo, situándonos en el futuro. Ya no son humanos los que pelean en el ring, sino enormes robots los que se propinan palizas hasta que se les funden los plomos.
Si obviamos la ambientación futurista, no deja de ser un “Rocky on the future”, boxeador fracasado que recupera la ilusión, se entrena mucho y vuelve a los cuadriláteros como un heroe. Sólo que esta vez es un robot el que vuelve por Hugh Jackman al mundo del boxeo, fabricado por su “hijo genio” y entrenado por él.
Aunque por otra parte seguro que es una gran película para los niños, que soñarán con tener su propio robot con el que realizar épicos combates. Al igual que los primeros libros de ciencia-ficción inspiraron a los genios del presente, puede que esta película nos de al inventor de la próxima tecnología que asombre al mundo ¿Quien sabe?



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