Tras el arresto domiciliario a el expresidente Álvaro Uribe desde el 3 de agosto, se ha desatado una ola de noticias sobre su futuro. Luego de que renunciara a su curul en el Senado de Colombia por insuficiencia de garantías en la Corte Suprema para que puedan continuar con el proceso judicial. Este hecho llegó con una noticia, el rechazo por parte de la justicia colombiana del hábeas corpus que fue solicitado en defensa de Uribe, que ha sido sentenciado a causa de una supuesta manipulación de testigos. Ellos fueron encargados de acusar a opositores para encubrir la participación de Uribe para formar y dirigir grupos paramilitares. Pero la renuncia ha sido sin duda una maniobra del exsenador Uribe para poder degradar el caso de la Corte Suprema de Justicia a un tribunal de menor grado. No es el primer caso que se lleva en contra del ahora exsenador, Uribe cuenta con más de 50 procesos penales tras sus espaldas. En la actualidad podríamos decir que el proceso judicial en contra del exmandatario es un hecho histórico en Colombia, con el número 1087985, sería el primer expresidente de Colombia involucrado en procesos judiciales bastante serios. Todo comenzó con la denuncia por parte del congresista Iván Cepeda, acusando a Uribe de que manipulaba falsos testigos. Sin embargo, Uribe no se quedó callado y lo acusó de ofrecer a ex paramilitares encarcelados beneficios jurídicos. Todo ello lo ha hecho para vincularlo directamente con este círculo armado que ha agobiado a Colombia durante años. Estas acusaciones por parte de Uribe a Cepeda se basaron en las visitas que realizo Cepeda reiteradas veces a centros carcelarios en donde se encontraban reclusos ex paramilitares. Sin embargo, Cepeda ha negado todos los señalamientos que según él no hay pruebas concluyentes de ello. Por otro lado, si existe un testigo clave en lo que parece una batalla legal interminable, se trata de Juan Guillermo Monsalve, ex paramilitar que se encuentra actualmente detenido por las autoridades colombianas. Monsalve le habría confirmado a Cepeda en plena entrevista grabada en el año 2013, que, en la propiedad Guacharacas, una finca que es propiedad de los Uribe, se fundó un grupo paramilitar. Estos fundamentos se basaron en que la familia del ex paramilitar trabajaba en la finca. Aunque en el Uribe presentó un caso ante la Corte Suprema en contra de Cepeda, vínculos con paramilitares, algo año 2012 que sonaba ilógico porque Cepeda estaba impulsando en ese momento un debate en contra de los paramilitares colombianos. Por supuesto, Cepeda negó en ese momento todos aquellos señalamientos, aunque Uribe en ese momento declaró que Monsalve y otros testigos estaban siendo víctimas de manipulación y soborno jurídico por parte de Cepeda. Ese fue el inicio del famoso caso de los “Falsos testigos”. En la actualidad este caso ha dado un revés y se ha vuelto en contra de uno de los hombres más poderosos de Colombia. Aunque desde el año 2012, hasta el año 2018, no se había dado ningún veredicto. Finalmente, en febrero de 2018 pudo tomarse la decisión sobre el caso de los falsos testigos, resultando a favor de Uribe tras exonerar a Cepeda. Sin embargo, la Corte Suprema dio una advertencia a Uribe, y le ha dicho que sería investigado por el caso “Falsos testigos”. Hoy en día vemos resultados de esta investigación que se ha volcado a favor de Cepeda
Llamado a indagatoria a Uribe
Llegaría una decisión muy significativa para el expresidente para su futuro. En Julio del año 2018 el alto tribunal anunció una vinculación de Uribe con delitos de soborno y fraude procesal. Al parecer allegados a Uribe habían cometido fraudes procesales antes de que se hiciera el anuncio por parte de Cepeda. Por supuesto, para vincularlo oficialmente, la Corte Suprema llamaría a Uribe a una indagatoria, la cual se atrasó varios meses. Luego del transcurso de meses, finalmente el 8 octubre de 2019 Uribe se presentó a su cita indagatoria, donde una división de colombianos lo apoyaba, mientras que por otro lado le llamaban asesino. A puerta cerrada de la Corte, Uribe, rindió cuentas, aunque el expediente por ello no volvió a ver la luz hasta este mes, donde quedaría bajo el ojo de los magistrados hasta últimos días de agosto 2020. Luego se pasaría a tomar la decisión de realizar una detención domiciliaria a Álvaro Uribe Vélez. En la actualidad y dado a la complejidad del caso, muchos aseguran que es el fin del expresidente de Colombia. Sus acciones han sido bastante cuidadosas, renunciar a su cargo para protegerse las espaldas ante el tribunal que tantos años le ha causado problemas ha sido una de ellas. Esperemos que el caso pueda tener una conclusión que pueda velar por la justicia de Colombia.
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