El 41% de las pymes y autónomos españoles tiene perfil en alguna red social
Un empresario compra productos en internet, pero su compañía no ofrece venta digital. Es una escena habitual en el paisaje de las pymes españolas: solo el 7% de ellas permite el pago online. Así lo refleja un estudio elaborado por Hibu, una multinacional que asesora a empresas para que se den a conocer, y Llorente & Cuenca. Lo confirma Bruno Porchietto, máximo responsable en España de Hibu. «El consumidor español está muy desarrollado en lo digital, pero las pymes no se han adaptado a ese ritmo», expresa Porchietto.
Ahora, esta situación empieza a cambiar, pero lentamente. Según el estudio, la transición empresarial al mundo «online» está en marcha. En 2012, el 33% de las pymes y autónomos tenía página en internet; en 2013 ese porcentaje subió a 48%. El informe prevé que en 2014 sea del 63%. Es decir, el número de empresas con web corporativa prácticamente se dobla en dos años. Esto confirma que «las pymes españoles están reconociendo que necesitan tener una web», razona el responsable de Hibu. «Hasta hace poco había empresarios que no querían tener nada que ver».
Pero ese escalón no es suficiente. Como dice Porchietto, solo tener una página digital «es como rodar un anuncio de publicidad y no emitirlo». Hay que dar a conocer la web. Algo que se consigue a través de posicionamientos en buscadores, ya sean generales o especializados, (con estrategias SEO) y campañas de «display» (anuncios en forma de «banners» en otras páginas).
Porchietto afirma que las pymes empiezan a interesarse por estas cuestiones, antes exclusivas de las grandes empresas. No es sencillo: el poder económico marca una gran diferencia. «Las grandes empresas se pueden permitir tener un departamento de marketing digital dentro de la empresa». O tener consultores que planifiquen su visibilidad digital. Eso es lo que Hibu ofrece, precisamente, para las pymes. La compañia realiza la misma actividad que antes aportaba de forma física con la guía amarilla que llegaba a los felpudos de las casas: la compañía es heredera de Páginas Ámarillas, que luego pasó a llamarse Yell.
Otro paso pendiente de las pymes y autónomos es adaptar sus páginas web al soporte del teléfono móvil. Es importante, ya que España es el país europeo con mayor penetración de «smartphones» (teléfonos inteligentes). Según Porchietto, «entre el 70 y el 75% de páginas web corporativas no están adaptadas al teléfono móvil».
El estudio también refleja que un 41% de las pymes tiene perfil en alguna red social. «Llegan muy tarde», argumenta Porchietto. Facebook es la red más utilizada, con un 37%. Le sigue Twitter, donde «solo» están un 16% de pymes y autónomos. Una presencia que, además, hay que cuidar. «En Twitter los usuarios tienen una expectativa de respuesta casi inmediata». Por ello, como expresa el responsable de Hibu, es mejor no estar que no dar el servicio adecuado.
Un paso importante dentro, de lo que puede considerarse, actualmente funcionamiento normal de la economía, empresa y mercado. El porqué las PYMES y autónomos han ido siempre a remolque en este aspecto, quizás este no solo en los recursos que se necesita para poner en marcha la digitalización, sino mas bien en que el autónomo y la pequeña y mediana empresa lo ha considerado un gasto excesivo y no necesario de cara a los productos que vende y ofrece. Su actividad se ciñe a un pequeño ámbito y, quizás según su criterio, no vale la pena esa inversión, que eso es cuestión de las grandes empresas y compañías. Sin embargo creo que la llegada de directivos más jóvenes y con una visión más amplia y competitiva, han supuesto una nueva manera de entenderlo: El autónomo y PYMES si quiere seguir en un mercado debe adaptarse a los cambios que se producen en la sociedad, pues es ella principalmente quien demanda sus productos y servicios. No vale realizar u ofrecer un buen servicio, además es necesario saber cómo ofrecer ese servicio y producto y a quien.




