
El uso de cáñamo para fabricar piezas para la industria del automóvil está razonablemente establecido en Europa, asimismo Canadá también está animando a su incipiente industria propia. En noviembre del año pasado, el gobierno canadiense prometió 95.000 $ para las distintas empresas de cáñamo, incluyendo una nueva empresa en Calgary que usa plástico compuesto de fibra de cáñamo en piezas para automóviles eléctricos.
El uso de cáñamo para fabricar piezas para la industria del automóvil está razonablemente establecido en Europa, asimismo Canadá también está animando a su incipiente industria propia. En noviembre del año pasado, el gobierno canadiense prometió 95.000 $ para las distintas empresas de cáñamo, incluyendo una nueva empresa en Calgary que usa plástico compuesto de fibra de cáñamo en piezas para automóviles eléctricos.
El uso de cáñamo para fabricar piezas para la industria del automóvil está razonablemente establecido en Europa, asimismo Canadá también está animando a su incipiente industria propia. En noviembre del año pasado, el gobierno canadiense prometió 95.000 $ para las distintas empresas de cáñamo, incluyendo una nueva empresa en Calgary que usa plástico compuesto de fibra de cáñamo en piezas para automóviles eléctricos.
Otro reciente avance de relevancia que sale de Canadá es el Kestrel de Motive Industry, un prototipo de coche eléctrico construido con paneles de compuesto de cáñamo. Aunque todavíano está en producción, los diseñadores están intentando lanzar los primeros modelos disponibles comercialmente en algún momento de este año.
En 2012, el investigador James Meredith de la Universidad de Warwick, Reino Unido, publicó un artículo que demostraba que los compuestos de cáñamo eran un sustituto viable para la fibra de vidrio utilizado en el revestimiento de automóviles. De los tres compuestos naturales probados (cáñamo sin tejer, lino y yute tejidos) el cáñamo demostró la mayor absorción de energía específica (specific energy absorption – SEA), lo que significa que puede soportar una gran presión en relación con su muy ligera masa.
La industria europea del automóvil, sin ninguna duda, habría sonreido con complicidad en lugar de abrir la boca de asombro dado el largamente establecido empleo del plástico de cáñamo en la fabricación de piezas de automóvil en el continente. El Lotus Eco Elise fue el primer coche listo para la carretera hecho de materiales de cáñamo principalmente, no sólo en el revestimiento, sino también en los textiles para interiores.
BMW y Mercedes también utilizan de manera considerable materiales compuestos de cáñamo en modelos de gama alta, y BMW, en particular, ha mostrado prototipos de automóvil como el coche eléctrico i3 ciudad y el superdeportivo híbrido i8. Aunque estos atractivos diseños aún no se producen en serie, los próximos años van a resultar, sin duda, muy interesantes para el cáñamo en la industria del automóvil.
El fundador de la marca Ford, el estadounidense Henry Ford, dio el pistoletazo de salida a la incorporación del cannabis en la fabricación de vehículos al diseñar un modelo, en 1941, cuya carrocería estaba hecha con plástico derivado del cáñamo. La revista Popular Mechanics aseguraba en aquella época que el nuevo modelo propuesto por Ford contaba con una carrocería de plástico cuyo origen era un “70% de fibras de celulosa de la paja de trigo, el cáñamo y el sisal y un 30% de resina de la carpeta”. Medio siglo después, la firma canadiense Motive toma el relevo de Ford. El fabricante presentó este año un nuevo modelo con piezas de plástico –”ligeras, resistentes y muy duras”, señala– elaboradas a partir de la planta del cannabis. Además, diversas empresas trabajan en el uso de esta sustancia como combustible. Es el caso de una central eléctrica de Florida, en donde aprovechan el cannabis como combustible para producir energía.




