La Navidad se vive en todas las partes del mundo aunque de una forma muy diferente. Tradiciones, creencias, colores, comidas…todo cambia según en el lugar en el que estés.
La Navidad en España la conocemos todos, las calles se iluminan con luces de colores, las plazas se llenan de mercadillos con productos típicos, las familias se reúnen en Noche Buena (24 de diciembre) con la misa del gallo a las doce de la noche, en Navidad (25 de diciembre) y el 31 de diciembre para despedir el año.
Comidas típicas como cordero, lombarda, pavo, marisco, nueces, turrones y mazapanes sobre las mesas adornadas con flores de Pascua, velas…
Los españoles, el día de fin de año, se preparan delante de los televisores con 12 uvas que se van tomando al son de las campanadas, una tradicción que se generó a partir de un motivo meramente comercial ya que unos viticultores alicantinos vieron la necesidad de deshacerse del excedente de uvas de una muy buena cosecha del año, y de esta forma han seguido la tradicción hasta nuestros días.
Las casas se adornan con belenes, árboles de navidad, flor de Pascua…
Pero…¿Cómo se vive la Navidad en otros países del mundo?
En Italia la útlima noche del año, “Notte di Capodanno”, es típico comerse un plato de lentejas antes de salir a la habitual fiesta en alguna de las discotecas del lugar. A las mujeres se les regala esa noche lencería de color rojo, para que tengan suerte el año siguiente. En Roma y Napoles, al llegar las doce de la noche, tiran los trastos viejos para comenzar el nuevo año con buen pie.
Debido a los excesos de alcohol que se cometen, en Suiza, durante las celebraciones navideñas, ha aparecido una asociación que se hace llamar “Nariz Roja”. Éstos, vigilan a los conductores que parecen estar algo bebidos y se ofrecen a llevarlos en su coche hasta su casa.
En países del otro hemisferio como Australia, la Navidad tiene la peculiaridad de que se celebra durante su verano, por lo que el clásico ambiente navideño de nieve y frío al que estamos acostumbrados, allí se transforma en playas y Santa Claus veraniegos.
En Bélgica tienen por costumbre salir a patinar el día de Navidad después de la típica comida familiar. La familia al completo se pone los patines y se deslizan por los ríos helados. San Nicolás, visita el 4 de diciembre a los niños de la ciudad para comprobar que han sido buenos y dos días más tarde regresa para dejar regalos y caramelos a los que se han portado bien y una ramita en el zapato a lo más traviesos.



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