No salgo de mi asombro de lo moderno que se está poniendo todo.
O sea: se ponen a “negociar” los Sindicatos con la Patronal para sacar adelante un Pacto Laboral que o es el que propone la Patronal o es el que propone el Gobierno (que es el mismo que propone la Patronal, claro) pero sin participar el Gobierno en la “negociación”. Y tienen “negociando” a los Sindicatos con la Patronal durante meses y hasta el último día, hasta las tantas de la madrugada para que la cosa no sólo no salga (pero ¿cómo iba a salir así?), sino que salga lo que dice otro que, como digo, no participa en la “negociación”. Y a golpe de Decreto, oiga. Pero… ¿esto es negociar?
Yo pensaba que para negociar debían participar en la negociación las partes implicadas. Tengo que revisar este error mío de concepto porque ahora mismo estoy perdido. Parece ser que la parte más implicada (el Gobierno) no estaba participando en la negociación. Sin embargo, como los Sindicatos no han dado su brazo a torcer (lógicamente), a golpe de Decreto (lo que recuerda algunos tiempos que muy pocos quieren recordar…), nos va a imponer un texto que bajo el punto de vista del trabajador, es absolutamente inadmisible.
Lo que se pretendía era, pues, que los Sindicatos dieran el visto bueno a un texto que nos deja A TODOS muy al descubierto, muy al albur de los acontecimientos, cuando resulta que los trabajadores, cuando todo va bien, no lo vemos necesariamente reflejado en nuestro bienestar laboral. No está de más recordar que en pocos años se nos ha bajado el sueldo en un 27%. Algunos a esto le llaman “pérdida de poder adquisitivo”. Vamos, bajar el sueldo.
Y en la expresión A TODOS (en mayúsculas, para que se lea bien) se incluyen TODOS los trabajadores. Los profesores también lo somos, no se olviden de esto, amigos, por mucho que algunos, desde su particular pero ficticio pedestal, no lo quieran percibir así.









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