
El equipo de ‘Fuga de cerebros’ se traslada de Oxford a Harvard para acompañar a Adrián Lastra y Paula Prendes en la secuela de una de las comedias estudiantiles más populares del cine español.
La primera entrega de ‘Fuga de cerebros’ se convirtió en un éxito de taquilla hace dos años y llegó a superar a ’Los abrazos rotos’ de Pedro Almodóvar. La historia de un grupo de disminuidos de distinto tipo que se cuelan en el elitista campus de Oxford para conseguir amor de una chica consiguió captar el interés de determinado tipo de público.
No obstante, la segunda entrega de la película no cuenta con Mario Casas y Amaia Salamanca. El protagonismo recae ahora en Adrián Lastra, que interpreta a empleado de hipermercado que sigue hasta la prestigiosa universidad a una estudiante de Veterinaria a la que da vida la reportera Paula Prendes.
De la película original sí quedan el paralítico a quien da vida Gorka Lasaosa, el gitano interpretado Canco Rodríguez, el homosexual de extrarradio con la cara de Pablo Penedo y el ciego encarnado por Alberto Amarilla. En palabras del director del filme, Carlos Therón, ”una banda de locos que son capaces de estropearle la mañana a cualquiera”.
“Lo políticamente incorrecto es subjetivo. Hay gente que se ofende por cosas muy pequeñas que a otros les hacen mucha gracia. Y la cuestión es ser gracioso o no ser gracioso”, ha explicado Therón, quien mezcla el humor de barrio español con referentes como ‘American Pie’ o ‘Porky’s’.
La película se estrenará el viernes en las salas de cine españolas. Además de su historia alocada, cuenta con un reclamo importante: un papel secundario a cargo de David Hasselhoff. El ídolo de ‘El coche fantástico’ y ‘Los vigilantes de la playa’ se hace esperar hasta el último cuarto de hora, pero compensa con su sentido de la autoparodia y hasta con unas estrofas cantadas y bailadas.
“Cuando se empezó a hablar de David Hasselhoff pensamos que podía ser muy divertido. Pero luego fue convirtiéndose en realidad. Está muy loco y es muy divertido, como se ve claramente en la película” ha asegurado Therón.
De un supermercado a Harvard
Alfonso, hermano del protagonista del anterior filme, es un enamoradizo frutero que decide dejar el supermercado, cruzar el charco e ir a Harvard para perseguir el amor con la ayuda de sus inadaptados amigos: un ciego, un paralítico, un gitano y un homosexual. Allí se encontrará inesperadamente con el amor de su infancia. El enredo amoroso será la causa de descabelladas situaciones.



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