Al tratar de definir aquello que es un retrato, tenemos bastante con decir que es la fotografía donde el motivo principal es una o varias personas. Fotografía de gente. Así de simple y así de poco conciso. Y aquí está la clave de la riqueza de esta modalidad adorada por muchos fotógrafos aficionados y profesionales.
A veces, la idea que se puede tener sobre el retrato, se circunscribe a una foto con un primer plano o plano medio de la persona fotografiada generalmente con un posado, pero no es así, lo usual es que el motivo sea una sola persona, pero no tiene por qué ser así.
Existe un problema por el cual no podemos generalizar al decidir qué tipo de objetivo o apertura es más adecuado para la toma de un retrato, y es que si tomamos como norma general para retratar utilizar aperturas grandes del diafragma y enfocamos a los ojos de una persona, nos arriesgamos a dejar a otra fuera de foco. Y si utilizamos aperturas pequeñas, incluiremos dentro de foco el fondo de la fotografía, con el riesgo de que elementos distractores nos arruinen la toma.
Hay que tener cierto cuidado con la expresión facial, puesto que marca mucho el tipo de retrato que estamos realizando.
El rostro, los ojos, los labios, el cabello, la nariz… Todos ellos elementos de una cara, los componentes que muestran como es una persona, los
que perseguiremos con nuestra cámara. De entre todos ellos, los ojos son lo más importante, no en vano, la regla de oro de la fotografía de retratos es enfocar a éstos.
Pero con esto caemos en la trampa de que no todos los retratos tiene porque mostrar el rostro de la persona o personas fotografiadas, puesto que como hemos dicho al principio, el retrato es la fotografía de una persona física o moral.
Lo importante al tomar la fotografía de retrato, es mostrar fuerza, y para ello no es necesario el rostro, pero lo que debes intentar es que la foto capte algo de la personalidad de la persona retratada o un momento especial…
Otro aspecto importante y confuso es el hecho de que un retrato tenga que ser posado o no posado, a menudo se confunden los posados con tener que mirar a la cámara y sonreír. Consigue que la persona que quieres retratar haga algo. Mantén una conversación para darle confianza o simplemente comparte opiniones con ella…
Busca la naturalidad y lograrás grandísimos retratos. Aunque en mi opinión es lo más complicado de la fotografía de retratos.
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