Los vehículos autónomos que llevan incorporado la robótica en sus sistemas, son coches que no necesitan de un conductor al volante pues este imita las capacidades humanas de maniobra y control.
Estos vehículos son capaces de percibir el entorno con radares y sistemas de visualización que te permiten identificar la ruta más apropiada hacia el destino que deseas, así como los obstáculos que se encuentran en el camino.
Cuentan con un software que se encarga de analizar la situación urbana del tráfico impredecible y por ello incorpora un sistema de localización, percepción del entorno, planificación y sistema de control además de unos sensores.
En el hardware se recopila la información mediante cámaras, sensores como GPS y sistema de navegación inercial.
El primer vehículo autónomo fue lanzado por una empresa estadounidense en 2016 en Singapur.
Pero en marzo de 2018 ha dado lugar al primer atropello a una mujer que iba por la carretera en bici y de causa mortal por uno de estos vehículos robóticos y que es operado por Uber. El accidente se produjo a las 10 de la noche y apenas había luz.
Por este motivo, Toyota ha decidido eliminar de EEUU todos aquellos automóviles con estas características en sus centros de San francisco y en ANN ARBOR. Necesitan analizar la situación y ver qué es lo que ha fallado en el sistema.
Sin embargo, otras compañías como Ford, general motors, y Apple no han hecho ningún parón pese al incidente.
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