El consumo moderado de cerveza favorece la reparación de un corazón dañado por un infarto.
“Mejora todas las células asociadas al proceso de lesión cardiaca”.
Disminuye la cicatriz de la arteria dañada y mejora el funcionamiento. El trabajo que incluye estas conclusiones ha sido publicado en
una revista internacional de alto impacto -según nos cuenta Lina Badimón directora del Instituto Cardiovascular CSIC-ICCC – porque es
la primera vez que se ve este efecto a nivel del músculo cardiaco.
Los amantes de la cerveza reciben la noticia, como es lógico, con alegría. “Es un aliciente -dicen algunos-. Si además de estar buena
ayuda con estos problemas, mucho mejor”.
‘Cervecear’ es una costumbre muy española, pero hay que disfrutar cada sorbo con medida. En el estudio insisten: el consumo debe
ser moderado.
Compartirla es la norma. También en la investigación se llegó a la conclusión de que el consumo moderado de cerveza no está asociado
al aumento de peso. Lo de la ‘barriga cervecera’, dicen, es un mito.




Se han bloqueado los comentarios.