En la clase de hoy hemos repasado las innumerables ventajas del aprendizaje cooperativo frente al aula tradicional.
Estableciendo como elementos fundamentales de este tipo de aprendizaje:
- La interdependencia positiva: para que el grupo obtenga los objetivos previstos, todos los miembros deben implicarse de la misma forma.
- Interacción cara a cara: con el fin de compartir con el grupo los conocimientos adquiridos y discutir los mismos.
- Dar responsabilidad a cada estudiante del grupo: la tarea realizada por cada miembro del grupo revierte en el propio grupo.
- Desarrollar las habilidades del grupo y las relaciones interpersonales: aprender a trabajar en grupo, desarrollar la confianza y habilidades para resolver conflictos constructivamente.
- La reflexión sobre el trabajo en grupo: una vez finalizada la tarea valorarán el trabajo realizado y reflexionarán sobre los aciertos conseguidos y los fallos cometidos con el objetivo de corregirlos o modificarlos.
Finalmente, hemos llevado a cabo la técnica del puzzle, un claro ejemplo de trabajo cooperativo que consta de las siguientes etapas.
- La clase se divide en grupos de cuatro/cinco personas
- A cada miembro del grupo se le entrega una tema diferente
- Durante un tiempo estimado cada miembro del grupo trabaja de forma individual su tema (realiza esquemas, resúmenes, etc.)
- A continuación, todos aquellos alumnos con el mismo tema se reunirán con el fin de discutir y comentar el tema que poseen (reunión de expertos)
- Después, se reconstruyen los grupos y cada miembro explicará su tema al resto de alumnos de su grupo, proporcionándoles esquemas, resúmenes, ect.
- Finalmente, el profesor asignará, al azar, un tema a cada grupo y un miembro, elegido al azar de cada grupo, expondrá un tema que nunca coincidirá con el que él preparó.
Bibliografía
Martínez Ramón J.P. y Gómez Barba F. La técnica del puzzle de Aronson: descripción y desarrollo.
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