Sistema de blogs Diarium
Universidad de Salamanca
Miguel Redero Brioso
Aprendiz de profesor
 

Llegó Melquíades… y trajo consigo la magia de lo cotidiano

“Al ser destapado por el gigante, el cofre dejó escapar un aliento glacial. Dentro sólo había un enorme bloque transparente, con infinitas agujas internas en las cuales se despedazaba en estrellas de colores la claridad del crepúsculo. Desconcertado sabiendo que los niños esperaban una explicación inmediata, José Arcadio Buendía se atrevió a murmurar:

-Es el diamante más grande del mundo.

-No -corrigió el gitano-. Es hielo.

José Arcadio Buendía, sin entender, extendió la mano hacia el témpano, pero el gigante se la apartó. Cinco reales más por tocarlo’. José Arcadio Buendía los pagó, y entonces puso la mano sobre el hielo y la mantuvo puesta por varios minutos mientras el corazón se le hinchaba de temor y de júbilo al contacto del misterio ”

 

He querido abrir esta entrada con un fragmento de Cien años de Soledad, pero en ella vengo a hablaros de Alejandro del Mazo Vivar y de las incontables experiencias que nos ha mostrado durante esta semana. Al igual que Melquíades, se le puede uno imaginar recorriendo caminos con un carromato cargado de experimentos y cachibaches con los que sorprender a los pequeños macondos que encuentre a su paso.

Más allá de la cantidad de experimentos, llama la atención que en su inmensa mayoría están realizados con elementos cotidianos que fácilmente podemos tener por casa o comprar en un negocio cercano a bajo coste, y a través de ellos es capaz de explorar y explicar mucho del mundo que nos rodea. Por eso me recordó al realismo mágico de Márquez y también a la fascinación de José Arcadio Buendía.

No quisiera con esto asociar la experimentación en el aula a un mero entretenimiento, tal y como nos dijo el otro día Alejandro, estas actividades se puede integrar en el desarrollo normal de la clase, es decir, pueden ser utilizadas como herramientas didácticas al mismo tiempo que se trabaja en la pizarra o en la realización de problemas. No tienen por qué ser relegadas al circo de los últimos diez minutos.

Sin embargo, no se puede negar, que la  fascinación que nos produce ver o tocar algo, como a José Arcadio Buendía le produjo el contacto del hielo, es algo que los docentes de ciencias debemos buscar y utilizar, porque más allá de lo útil que sean ciertos conocimientos o títulos, muchos estudiantes de medias han olvidado ese placer y temor que nos produce la magia de lo cotidiano y es nuestra labor que lo vuelvan a experimentar.

Aún no hay comentarios.

Deja un comentario


*

Política de privacidad
Studii Salmantini. Campus de excelencia internacional