Europapress/internacional 15/03/2018 [Noticia seleccionada y comentada por María Tarrero Maya. Grado en Trabajo social]
Conforme a los datos que ha publicado la Comisión Europea en el mes de marzo, en lo que va de año el número de inmigrantes de origen africano que ha llegado a España de forma irregular ha aumentado un 18% respecto al año anterior en este mismo período.
En 2017 llegaron un total de 28.349 inmigrantes a España, produciéndose un aumento de los intentos de entrada a través de las vallas de Ceuta y Melilla, por mar a través de Marruecos y Argelia y por medio de los aeropuertos de Casablanca y Dakar.
Por otro lado, la entrada de inmigrantes desde Libia a través del Mediterráneo Central se ha reducido significativamente desde julio de 2017 según la Comisión Europea. También en las islas griegas se ha reducido notablemente la llegada de inmigrantes debido al impacto del acuerdo de Ankara. Dicho acuerdo se llevó a cabo entre la Unión Europea y Turquía para frenar la llegada de migrantes al bloque europeo. Se trata de una ayuda financiera que la Unión Europea aporta a Turquía con el fin de evitar la entrada de estos migrantes a países de la UE.
Para los países de la UE es más sencillo pagar a otros países para que estos se hagan cargo de la población inmigrante y no tener que hacer frente a este “problema”. Debemos cambiar esta concepción de que la inmigración constituye un problema. Considero que en lugar de dotar económicamente a países en los que los inmigrantes pueden tener más riesgos, como es el caso de Turquía por su posicionamiento respecto a la actual guerra en Siria, se deberían llevar a cabo políticas de acogimiento a inmigrantes, para promocionar sus derechos y fomentar su integración en nuestra sociedad.