ELMUNDO (03/05/2018). [Noticia seleccionada y comentada por Guadalupe Tapia Parejo. Grado en Trabajo Social)
La policía alemana realizó el pasado jueves una operación masiva de control y registro en dicho albergue, después de los sucesos ocurridos el domingo 29 de abril.
Entre 150 y 200 africanos impidieron con “violencia” que una patrulla policial se llevara a un togolés para su deportación a Italia.
El ministro del Interior Horst Seehofer, en una rueda de prensa ha manifestado su “total apoyo a las medidas tomadas por la Policía y las autoridades de Seguridad”. Pues afirma que los solicitantes de asilo deben ser los primeros en cumplir la Ley, supongo que ha olvidado que están allí huyendo de uno de los peores conflictos bélicos de los últimos años, no porque haya decidido emigrar allí con su familia.
Sin embargo Seehofer no está solo, cuenta con el apoyo del vicepresidente de la policía del estado de Baden-Württenberg y Armin Schuster experto en seguridad de la Unión Cristianodemócrata que temen en los centros de refugiados se creen estructuras paralelas que pongan en peligro la seguridad de Alemania.
Tampoco podemos dejar atrás la opinión de Alice Weidel, líder de la populista de derechas “Afd” que opina que los refugiados que apoyaron la causa también deberían ser expulsados.
El togolés de 23 años fue localizado, y, aunque con algunos días de retraso, será deportado a Italia como estaba previsto.
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