Como hemos visto en clase, las tecnologías de la información (T.I) están revolucionando el mundo empresarial. Es por ello por lo que la mayoría de empresas que se encuentran en una posición de poder, es decir, las empresas con mayor cuota de mercado son las que han sabido utilizar las herramientas adecuadas y en el tiempo preciso. Con herramienta me refiero al sistema de información (S.I) que utilizan. A las empresas se les plantea la difícil decisión de la elección de las herramientas que van a desarrollar en su empresa para ahorrar tiempo de trámites de administración y aumentar así el rendimiento, por lo que si se gestiona adecuadamente puede derivar en un alto beneficio para la empresa. Pero debemos darnos cuenta que no todas las empresas tienen las mismas necesidades y que no todos los programas se adecuarán a ellas. Por supuesto no debemos olvidar que estas herramientas suponen una gran cantidad de desembolso y un coste de tiempo de planificación e implantación de las mismas.
En la época en la que vivimos estamos en un continuo cambio en el que prima el ahorro de costes, por lo que cada vez son más los que plantean sistemas alternativos a estas grandes compañías suministradoras de programas privados de sistemas de la información. Es de esta manera como surge la nube. Es en este momento donde surge la trivialidad de que es lo que deberían hacer las empresas si optar por un código abierto o por el contrario un código cerrado.
Si nos centramos primero en un código cerrado observamos que el desembolso es mayor por el pago de licencias, la inversión del nuevo servidor, el mantenimiento para asegurar el correcto funcionamiento y la implantación. El mayor inconveniente que se encuentran a estos sistemas hace referencia al hecho de que son estándares y puede que no se adapten adecuadamente a las necesidades o que necesiten modificarlos continuamente y también por el hecho de que son muy costosos y no todas las empresas se lo pueden permitir.
Por el contrario tenemos el código abierto observamos como se reducen los costes al no tener que pagar licencias de software, es de uso muy intuitivo, las inversiones en servidores suelen ser más bajas, suelen tener un mayor tiempo de amortización debido a que se descargan por internet, el coste de disponibilidad es menor, suelen consumir menos recursos informáticos y suele ser más barato de cambiar al proveedor. Una desventaja es que no podemos prever los costes ocultos que puede llevar aparejados. El gran inconveniente es que es algo nuevo del que no hemos oído mucho, por lo que las personas tienen más miedo a utilizarlo.
Lo más importante para poder tomar la decisión entre un código abierto y un código cerrado es que debe primar la mayor adaptabilidad y la mejor implantación para los usuarios que diariamente lo utilizarán y no se dé el caso de la resistencia al cambio.
Como podemos ver en las noticias abajo mencionadas cada una de las compañías ha elegido un código distinto por las necesidades que tiene cada una de las empresas.
En el caso de ING, empresa pionera en los trámites bancarios por internet ha optado por un sistema en la nube eligiendo TecnoCloud 360 de Tecnocom para migrar de la plataforma de virtualización VMware ESX, que utilizaba desde 2005, a Hyper V de Microsoft, debido a que esta basada en la tecnología de Microsoft, obtienen un incremento de la velocidad y les permiten la prestación de los servidores. ING se basó en que su prioridad debería ser una mayor flexibilidad y capacidad de control para gestionar de una manera más eficaz sus recursos y aplicaciones.
Como era de esperar la innovación también ha llegado a la nube surgiendo ahora la distinción entre LA NUBE PÚBLICA Y LA NUBE PRIVADA. Ésta ofrece garantías en seguridad y el control absoluto de toda la gestión, por lo que el sistema coordina y gestiona los recursos y sistemas TI. Por lo que debido a que una gran compañia ha optado por esta opción muchas serán las que la siguirán.
En el caso contrario tenemos a Egasa (empresa española) que con la implantación de SAP Invoice Management by OpenText ha logrado, disminuir el trabajo de aprobación de las facturas en un 50%, así como en un tercio las horas dedicadas a tareas administrativas y mejorar la gestión con los proveedores al cumplir los plazos de pagos. Egasa se basó en que su prioridad debería ser la automatización y centralización de las facturas, ya que se retrasaban los pagos e impedía disponer de una visión clara de la tesorería. Una frase importante que dice la noticia es que Egasa tenía tan claras las ventajas de esta solución que no consultó otras opciones existentes en el mercado.
http://www.tecnocom.es/Paginas/DetalleNoticia.aspx?ref=462&tipoArticulo=Noticia
http://www.tecnocom.es/Paginas/DetalleNoticia.aspx?ref=470&tipoArticulo=Noticia





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