Los dispositivos móviles cada vez más incorporan mejores y sofisticadas tecnologías. Esto es lo que buscan los usuarios, dispositivos que les permitan hacer muchísimas actividades.
Los aparatos tecnológicos detrás de su apariencia física contienen numerosos elementos en su interior. Elementos necesarios para su funcionamiento, muchos de estos elementos ni siquiera conocidos por los clientes. Esto conlleva a que el dispositivo móvil no sea un simple juguete, sino que se recomienda y se debería hacer un uso responsable de los aparatos tecnológicos.
Por lo tanto, cuando leemos en los manuales de instrucciones algunas normas de uso es aconsejable llevarlas a cabo. Porque esas normas son consejos que las empresas consideran necesarios para mejorar el uso y el cuidado de los dispositivos.
Muchas veces estas normas no se llevan a cabo, no se cargan bien las baterías (ni e tiempo, ni cuándo se debe), se usan cargadores no recomendados…
Estas acciones que en principio no parece que afecten a nuestros aparatos, a largo plazo si pasan o pueden pasar factura, por eso lo mas responsable es cuidar desde el primer momento nuestro dispositivos. Aunque hay casos en los que ocurren problemas por algún fallo del dispositivo en otras un mal uso de ellos perjudica su funcionamiento.
Un ejemplo de cómo se puede quedar un móvil es el siguiente. En este caso, según la información del periódico “EL Economista” el usuario no utilizó un cargador no recomendado, pero su batería estalló como se muestra en la figura. Estos casos también muestran la posible peligrosidad de que el aparato estalle o problemas similares.
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