La situación actual de las empresas españolas es complicada desde que comenzó la crisis en nuestro país. A las empresas no les salen las cuentas y la deuda va creciendo por lo que muchas se ven abocadas al concurso de acreedores.
El pasado 8 de marzo se publicó en el Boletín Oficial del Estado el Real Decreto-Ley 4/2014, con medidas urgentes en materia de refinanciación y reestructuración de la deuda empresarial. El objetivo de éste Real Decreto es tratar de salvar a las empresas viables pero endeudadas.
Esta reforma posibilita que empresas viables pero con un nivel de deuda alto puedan renegociarla y evitar el concurso que suele acabar con la liquidación, y da la posibilidad a la banca de cobrar los créditos, flexibilizar sus pagos y la conversión de la deuda en capital.
El Gobierno con la aprobación de estas medidas prevé reducir el impacto de la deuda de las empresas en la riqueza española en más de 130.000 millones de euros.
Si la medida tiene los resultados esperados desde mi punto de vista todos los ámbitos se verán beneficiados, ya que las llegadas de los concursos de acreedores llevan aparejadas suspensiones de pagos, los proveedores dejan de fiar las mercancías, los bancos cortan las líneas de financiación y un sinfín de medidas que afectan desde el trabajador hasta el empresario sin olvidarnos de toda la cadena que hay desde uno hasta el otro.
Yo diría que la clave de mucho de lo que le ocurre a nuestras empresas es debido a que se financian única y exclusivamente a través de los bancos e igual deberían buscar otras medidas de financiación no bancarias que reduzcan la vulnerabilidad a posibles crisis crediticias. Hay tendencias internacionales de probado éxito y utilidad en países de nuestro entorno que se podrían tomar como ejemplo.
Tras la publicación de ésta reforma e independientemente del recorrido que puedan tener todas estas nuevas regulaciones en el entorno de la pequeña y mediana empresa, o de cómo se conjuguen con los estrictos ratios de solvencia de nuestras entidades bancarias, sea bienvenida la búsqueda de iniciativas que alivien la tensión crediticia actual.
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