El fútbol es pasión, pero también un actor económico de primer orden. Los aficionados al fútbol, además de apasionados del deporte, comprometidos con sus colores y entusiastas del espectáculo, son consumidores de productos y servicios de muy variada índole.
En muchas ocasiones nos encontramos con que la prensa lanza titulares que no profundizan más allá de los resultados de la jornada en un mundo que mueve impresionantes cantidades de dinero.
Desde mi punto de vista si se quiere entender de verdad el apasionante mundo del fútbol, uno no puede limitarse al lado deportivo ya que mueve millones de personas y de euros.
Los clubs de fútbol más importantes a nivel nacional e internacional a la hora de buscar jugadores, ya no se fijan solo en sus cualidades futbolísticas sino que juega un papel fundamental el número de camisetas que venda y los ingresos que genere en publicidad.
Actualmente el paradigma de los estrategas comerciales en el fútbol es Cristiano Ronaldo porque sus cualidades físicas abren el abanico de la audiencia al universo femenino, el adulto y al infantil, a los compradores de ropa interior sexy (Armani) igual que a los solicitantes de créditos hipotecarios (Banco do Espíritu Santo). Decía un célebre director de Marketing que Cristiano creaba tendencias, y que su tendencia más revolucionaria había consistido en eliminar la moda de los tatuajes entre los jóvenes, que en la etapa de éxito de David Beckham se había instaurado. Con Cristiano Ronaldo se dejaron de vender tinturas subcutáneas pero se disparó el consumo de cremas.
Quiero hacer mención también a la gestión de los clubs de fútbol, en los que aparte de tener un buen director deportivo que lleve todo lo relacionado con el deporte en sí, se hace imprescindible tener un buen gestor de marketing que sea capaz de preparar las estrategias que el club va a seguir en esta materia y que generan tantos beneficios a la entidad. El mejor ejemplo en esto sería, desde mi punto de vista, el Presidente del Real Madrid C.F. Florentino Pérez, experto en aumentar el patrimonio del club con cada movimiento que realiza.
Tras esto llego a la conclusión de que creo que los aficionados al fútbol no son conscientes de que haya tanto marketing antes, durante y después de cada partido.






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