ARAGÓN

Mequinenza – Caspe (Zaragoza)

“El referente europeo de la pesca deportiva”

Hablar de Mequinenza es hablar de Pesca con mayúsculas. Sin duda, este embalse, junto con Caspe y Ribarroja, se ha convertido en el objetivo de todo pescador aficionado del continente. Cada año se realizan más de 30 competiciones deportivas, y la industria relacionada con ésta ha crecido para resultar el motor económico de la zona, con docenas de empresas de venta y alquiler de material, guías de pesca, alojamientos, etc.

El origen de este fenómeno se encuentra en la masiva suelta de alevines en los años 60 (20.000 alevines de black bass y 175.000 alevines de carpa royal). En la actualidad se calcula que el embalse contiene más de 50 millones de peces.

El controvertido siluro, introducido en los años 70, encontró en las playas, aguas subterráneas y abundancia de minitalla, un hábitat ideal que produjo su expansión en número y tamaño, para llegar hoy en día a obtener ejemplares de auténtico récord. La zona al cercana al camping es una de sus preferidas.

El black-bass encontró en Mequinenza un lugar ideal para su expansión. Actualmente, pese a estar  muy perseguido, sigue ofreciendo capturas de un tamaño medio muy superior a la mayoría de los embalses españoles. Hay numerosas zonas en las que se puede encontrar, pero siempre serán mejores aquellas menos accesibles, para evitar la presión pesquera.

En Mequinenza hay que tener en cuenta siempre que, aunque se esté pescando bass, puede entrarnos un siluro de cualquier tamaño, por lo que hay que estar preparado para ello.

¡Cómo no! Aquí también se pueden pescar grandes carpas, de más de 15 Kg. También hay barbos y lucios.

En definitiva, pesca para todos los gustos en un lugar que todo aficionado que se precie debe visitar.

Embalse de La Tranquera (Zaragoza)

“Diferentes opciones de pesca junto al Monasterio de Piedra”

La Tranquera es un embalse de irregulares orillas que se adapta un abrupto terreno en el que emergen las características peñas rojas de esta región cercana a Calatayud. Sus limpias aguas abastecen a los pueblos y cultivos de los alrededores del famoso Monasterio de Piedra y de los Balnearios de Jaraba.

La Tranquera es un embalse que ofrece diferentes posibilidades en cuanto a especies y técnicas de pesca. Encontraremos carpas de un tamaño más que interesante, barbos, black-bass, truchas arco-iris y luciopercas, además de otras especies menores.

Vista general de La Tranquera

El black-bass está presente en la Tranquera, con resultados variados. Aunque hay ejemplares grandes, habiéndose pescado algunos cercanos a los tres kilos, el tamaño habitual va del medio kilo al kilogramo. Aunque se distribuyen por toda la superficie del embalse, hay algunas zonas más recomendables, como las entradas de los ríos Mesa y el mencionado Piedra, donde se pueden encontrar junto a algunas construcciones sumergidas, así como restos de árboles, un escenario perfecto. También se pueden encontrar habitualmente en los diferentes cortados. En todos estos lugares se pueden obtener, además luciopercas.

Embalse de Yesa (Navarra, Zaragoza)

 

“Bass y trucha en aguas turquesas”

Bajo la Sierra de Leyre, junto a un paisaje extrañamente bello entre Navarra y Aragón, se extiende la lámina de agua verde turquesa que encierra la presa de Yesa. Muy conocido por los visitantes que se acercan al Pirineo desde el oeste de la península, ya que la carretera de acceso pasa junto al embalse, Yesa sumerge tesoros como el antiguo balneario de Tiermas, y da cobijo a truchas, carpas, barbos y black bass, entre otros.

Es precisamente Tiermas uno de sus puntos más conocidos, tanto para los pescadores como para los que buscan sus aguas sulfurosas. De origen romano, es alimentado por el manantial del que aún brota agua a una temperatura de 42º. Cuando el nivel del agua baja considerablemente, de agosto a octubre, quedan al descubierto las antiguas dependencias del mismo (además de otros curiosos restos de edificaciones), y el lugar es poblado por numerosos bañistas que se embadurnan de su lodo con supuestas propiedades terapéuticas.

El manantial calienta zonalmente las frías aguas del embalse. El gradiente de temperatura respecto a otras zonas da vida y actividad, por lo que, junto con los bañistas, los aficionados a la pesca del bass son atraídos por esta singularidad. Es sin duda una de las mejores zonas para su pesca, pero también muy concurrida. No obstante, no encontraremos de manera habitual grandes ejemplares. Lo habitual es encontrar bancos de basses pequeños y, esporádicamente, algún ejemplar adulto.

Tras la obligada visita, si queremos huir de aglomeraciones, debemos pasear orillas buscando zonas con árboles o estructuras semi sumergidas. Una de las zonas interesantes es la cola del embalse. Yesa no da grandes basses, pero podemos optar a tamaños de 1 a 1,5 kg. Sin embargo no es un lugar fácil para los que no conocen a fondo el sitio.

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