Prehistoria
La historia de la presencia humana en la Península Ibérica se remonta a unos 800.000 años, tras el descubrimiento de uno de los primeros antepasados de los seres humanos en el yacimiento de la Gran Dolina en Atapuerca (Burgos) y al que se ha bautizado como Homo antecessor.
Mucho más reciente es la presencia del hombre de Neanderthal, datando en unos 60.000 años sus primeros restos en Gibraltar.
Los primeros Homo sapiens aparecen hace 15.000 años. Las dos especies humanas anteriores se extinguieron, por lo que hay que considerar estos asentamientos como el origen del sustrato pre-indoeuropeo.

Durante el Paleolítico Superior, hace unos 16.000 años, la cultura Magdaleniense estaba presente en Asturias, Cantabria y parte del País Vasco, cuya aportación más notable lo representan las pinturas rupestres de las Cuevas de Altamira. Al Paleolítico Medio pertenecen las pinturas rupestres encontradas en la zona mediterránea de la península, fundamentalmente en lo que hoy es la provincia de Castellón.
Hacia el 5500 a. C. aparece en la península la cultura Campaniforme o más exactamente Cultura del vaso campaniforme. En torno al 3700 a. C. aparecen la cultura megalítica y la agricultura, y se reduce la actividad errante de las tribus.
Para la aparición de culturas que usan los metales debemos esperar en torno al año 3000 a 2500 a. C. Su distribución geográfica es mayor y se considera que la búsqueda de los metales trajo flujos migratorios importantes, destacando Los Millares en Almería, con una gran fortificación, y en el curso del río Tajo en la zona portuguesa actual.


