Edad Media
En el año 409, suevos, alanos y vándalos invadieron la península Ibérica. Pocos años después, en el 416, los visigodos entraron en Hispania como aliados de Roma, expulsando a alanos y vándalos de la península y arrinconando a los suevos en la Gallaecia.
La primera idea de Hispania/España como país se materializa con la monarquía visigoda. Los visigodos aspiraban a la unidad territorial de toda Hispania y la consiguieron con las sucesivas derrotas a los suevos, vascones y bizantinos. La unidad religiosa vendría con la reconciliación de católicos y arrianos y con los concilios de la Iglesia Visigoda, un órgano en el que, reunidos en asamblea, el rey y los obispos de todas las diócesis del reino sometían a consideración asuntos de naturaleza tanto política como religiosa, con vocación de legislar en todo el territorio nacional. Así, San Isidoro de Sevilla en su Historia Gothorum se congratula porque Suintila ”fue el primero que poseyó la monarquía del reino de toda España que rodea el océano, cosa que a ninguno de sus antecesores le fue concedida…”. La monarquía visigoda estableció además una capital que centralizaba tanto el poder político como el religioso en Toletum. Sin embargo, el carácter electivo de la monarquía visigótica determinó casi siempre una enorme inestabilidad política caracterizada por continuas rebeliones y asesinatos.

En el siglo X, Abderramán III convierte al-Ándalus en califato independiente de Damasco, ya con autonomía religiosa y no sólo política, como hasta entonces. Es una época de pujanza cultural, gracias a las innovaciones en las ciencias, las artes y las letras; con una especial atención que dedicaron al desarrollo de las ciudades. Las ciudades más importantes fueron Valencia, Zaragoza,Toledo, Sevilla y Córdoba. Ésta, durante el siglo X, con al-Hakam II, llegó a ser la mayor ciudad de Europa Occidental, contando con 500.000 habitantes y mayor centro cultural de la época. Sin embargo, la decadencia de los territorios musulmanes empezó en el siglo XI, cuando comenzaron las pugnas entre las distintas familias reales musulmanas y el califato se desmembró en un mosaico de pequeños reinos, llamados de taifas.


