Cofradía de la Santísima Resurrección
Desfila el Domingo de Resurrección
Hermanos: 500 hombres y 1500 mujeres
Año de fundación: siglo XVI
Hábito: Ninguno. Portan vara metálica rematada en una imagen del resucitado adornado con flores.
Sonidos: Bandas detrás de las imágenes. El cortejo del Resucitado lo abre una flauta y un tamboril.
Momentos destacados: El encuentro en la Plaza Mayor y posterior bajada por la calle Balborraz.
Sede: sede
Admisión nuevos hermanos: listas abiertas (Apdo. Correos 439, Zamora)
Historia: Tenemos noticias de que en el s.XVI, la Cofradía de Nuestra Señora de la Purificación y del Rosario, con sede en Santa María la Horta, organizaba la procesión de la Resurrección desde 1544, conservando también documentos que nos hablan que en 1619 varios cofrades celebraban el encuentro con “zuizas”, imitación de batallas al estilo de al guardia Suiza. La imagen titular de la Cofradía es el “Jesús Resucitado”, de Ramón Álvarez, obra terminada en 1873, desfilando con un bello manto carmesí con bordados. La Cofradía siempre acompañó a esta imagen con otra de la Virgen. Durante el siglo XX, se comenzó desfilando con una talla del taller religioso de Olot, siendo sustituida en 1957 por otra de vestir, del escultor Florentino Trapero. En 1984, seguía sin convencer esta última, y se recuperó la anterior. Ya en 1993, Higinio Vázquez entregó una talla de la Virgen, la actual, que comenzó desfilando ese año. El acto principal de la Cofradía es el encuentro de las imágenes, para lo cual, salen ambas tallas de su sede (la Horta), pero el Cristo se encamina hacia la Plaza Mayor por el Casco Antiguo, y la Virgen lo hace por la parte más moderna. La Virgen de la Alegría (o del encuentro) viste en esta primera parte un manto negro, como símbolo de un luto todavía no perdido, y durante el encuentro, se le quita, tras lo cual, se hacen varias reverencias. También suele sonar tiros de escopeta al aire, como símbolo de la alegría por la Resurrección. Estos actos, son tenidos como uno de los más antiguos de nuestra Semana Santa. Los hermanos visten “de calle”, sin hábito, portando unas varas con la efigie del Resucitado, adornadas según el gusto de cada cofrade.