Todo es importante en una película. Desde el título hasta la trama, además de vender con una sinopsis interesante, hay que hacerlo con un título atractivo. Cuando se trata de películas de terror, o al menos que intentan serlo, es importante que un título transmita respeto, o al menos incertidumbre. En el caso de “Pirañaconda”, lo que inspira es pena, y en gran medida, risa.
No se en qué pensaban sus creadores, pero desde luego se equivocaron y mucho. ¿Cómo poner un título de semejante calibre a una película de terror? ¿De verdad buscaban el éxito? Si lo hacían se quedaron lejos, además del nefasto título, la película es malísima. Peor que malísima, es un tedio contínuo. No se si era la intención del director, pero al ver esta película sientes que te están tomando por idiota. Si no me creéis, vedla por vosotros mismos, pero luego no quiero quejas.
La película trata, por si no os lo estáis imaginando, de una especie de serpiente gigantesca, pero con una peculiar cabeza de piraña. Nada fuera de lo normal en el género, si no fuera porque los efectos especiales son peores que los de la primera película de “King Kong”. Hasta el trailer se nos hará largo.
No quiero seguir hablando de esta película porque me pongo bastante nervioso, además de recordar la pérdida de tiempo que supuso verla.
Sin más, desearos un buen día.
Saludos 
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