Una de los descubrimientos más importantes de la historia del ser humano es, sin duda, el fuego. Al aprender a controlar este elemento se pudo mejorar en gran parte la carrera armamentística, ya que se pudieron crear armas mediante la fundición de metales y amoldarlos a las necesidades. Se crearon así las primeras armas metálicas.
En un principio se innovaron las lanzas y las hachas, y posteriormente se empezaron a crear las primeras armas manuales, no arrojadizas, tales como espadas. Además, se pensó también no solo en el ataque si no en la defensa, creándose escudos y otros tipos de protecciones (armaduras, cascos…). Este método fue utilizado desde aproximádamente el 6.000 a.C. hasta que se empezaran a crear artefactos explosivos a principios del S. XIII.



Se han bloqueado los comentarios.