La vida de un buén escalador comienza por asomarse a la ventana y ver si el tiempo le sonríe, para lo cual el tendrá dos reacciones, ante el mal tiempo se quedara preparando nuevas escaladas o yendo con algún que otro amigo al rocodromo. Ante el buen tiempo, sonreirá y después de haber cogido su completísimo equipo de escalada, partirá hacia la montaña, normalmente la mas cercana que tenga en conocimiento, dotada de vías de escalada.
Ante estas dos situaciones el escalador ya va cargado de adrenalina con el único pensamiento de completar la siguiente vía en menor tiempo, o incluso en aventurarse con nuevos retos, que hasta el momento parecían imposibles o no tenia el material necesario para conseguirlo.
Una vía de ámbito natural o rural, siempre sera un reto que le gratifique con mayor satisfacción personal, ya que le produce una sensación de dominio sobre los mas bastos parajes que la naturaleza nos ofrece. Igualmente un rocodromo le satisfará, pero mas con una visión a conseguir unas vías de igual dificultad en lo que se podría considerar una escalada mas real, la que se realiza en la montaña.
Ya descritos los dos tipos de escalada a realizar, en la vía de un escalador se podría diferenciar dentro de la propia escalada de montaña entre escalada sobre piedra y escalada sobre hielo, siendo esta ultima mucho mas dura y sobre todo peligrosa, mortal en muchos casos.
El resumen de la vida del escalador podría ser ese día en el que coge el coche, con su mochila al maletero, y después de ir a por su gran amigo el escalador, que completa su equipo, y del cual dependerá su seguridad mas adelante, parten a la montaña para culminar con orgullo y gran satisfacción esa vía que la ultima vez se le resistió, durmiendo como un bebe ese gran día.
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