Para empezar, consideramos necesario que conozca los distintos tipos de candados. Frecuentemente, la gente suele comprar los candados más económicos, pero gastar algo más en estos sistemas de seguridad marcará la diferencia entre conservar y no conservar tu bici. Además, siempre será más caro adquirir una bicicleta nueva que comprar un candado de calidad que te asegure no perder tu vehículo. Veamos los candados más frecuentes, de mayor a menor seguridad:
Candado de U: También conocido como horquilla, es un sistema muy seguro y ligero en el transporte. Normalmente fabricados en acero endurecido y con una buena cerradura. Algunos fabricantes incluyen una pieza que sirve para acoplar el candado en el cuadro y así facilitar su transporte. Podemos encontrarle un defecto: a veces se queda algo pequeño y no conseguiremos abarcar ciertas superficies. Precio aproximado: a partir de 30 €.

Candado articulado: Unas placas rígidas plegables con alta resistencia al corte. Resultan una buena opción por su ligereza y por su facilidad para atar la bici a las distintas superficies. Plegadas ocupan poco espacio. Precio aproximado: a partir de 40 €.

Cadena de eslabones: Es importante que la cadena sea de calidad para que resulte verdaderamente segura. Se maneja fácilmente a la hora de atar la bici y es robusta, pero presenta un inconveniente: es bastante pesada. Precio aproximado: a partir de 20 €.

Candado Fijo o de cuadro: Una pieza muy útil como complemento, una especie de cepo que se incorpora al cuadro y evita que nadie se marche pedaleando. Precio aproximado: a partir de 20 €.
Pitón: Algo más resistentes que los candados de cable, pero sencillos de romper. Su estructura consiste en un cable de acero interior reforzado con un conjunto de “rótulas” exteriores recubiertas por plástico. Estas rótulas se rompen al someterse a cierta presión, y el cable interior queda al descubierto y puede ser manipulado. Son manejables, pero incluso los de mejor calidad son fácilmente destruibles. Precio aproximado: A partir de 10 €.
Cable trenzado: Los que más vemos habitualmente, son unos cables de metal recubiertos por plástico, suelen tener forma espiral. Presentan muchas ventajas: son largos, ligeros, flexibles y muy baratos. Pero no nos confundamos: son los más fáciles de cortar. Además las cerraduras suelen ser de baja calidad. Asímismo, el plástico transparente que recubre el cable ejerce un efecto lupa sobre este que hace que aparente tener un diámetro mayor del real. Y esto los ladrones lo saben. Precio aproximado: a partir de 5 €.










Aún no hay comentarios.