- Ata la bici siempre. Por pequeña que sea tu parada. Un minuto es suficiente.
- Procura situar tu bicicleta en lugares muy concurridos y visibles, donde no obstruya el paso a los peatones.
- Tras aparcar la bici, retira todos los accesorios fáciles de robar: cuentakilómetros, luces, etc.
- Evita a toda costa dejar la bicicleta en la calle durante la noche.
- Una bicicleta de calidad es mucho más susceptible de ser robada que una sencilla. Ten esto en cuenta.
- A la hora de comprar un candado, fíjate en su cerradura. Elije preferentemente un candado con cerradura para llaves planas, NUNCA para llaves redondas.
- En caso de robo, te recomendamos denunciarlo. Si puedes, presenta la factura de compra, el número de identificación de la bicicleta, fotografías…
- Coloca tus candados preferentemente a cierta altura: esto dificultará en cierta medida el trabajo del ladrón y le obligará a adoptar posturas que llamen más la atención. Otra acción útil en este sentido es colocar la cerradura de tal forma que resulte complicado manipularla (por ejemplo, el candado de U con la cerradura mirando hacia los radios).
- Hay personas que dejan el candado siempre en la calle para evitar cargar con él. Te desaconsejamos esta práctica.
- Y por último, no compres nunca bicicletas robadas. Con eso alimentas el círculo vicioso:










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