Durante años, Tinder, Badoo y otras aplicaciones dominaron el mundo del ligue digital. Sin embargo, el agotamiento del modelo empieza a hacerse evidente. Según datos publicados en El País, plataformas como Tinder y Bumble han perdido millones de usuarios en el último año, y las descargas han disminuido de forma significativa. La causa es clara: para muchos, las conversaciones eternas, los perfiles poco reales y la falta de conexión auténtica han convertido estas apps en una experiencia repetitiva.
Este cansancio colectivo ha impulsado una tendencia que parecía olvidada: volver a conocerse en persona. Ya no se trata solo de buscar pareja; se trata de recuperar la frescura de hablar cara a cara, de sentir la energía del momento y de descubrir si hay química sin filtros ni algoritmos de por medio.
El resurgir de los eventos presenciales
La necesidad de encuentros más humanos ha devuelto protagonismo a formatos clásicos como el speed dating. Aunque durante un tiempo estuvo en segundo plano, hoy vive un nuevo auge, especialmente en ciudades grandes, donde cada vez más solteros buscan alternativas reales y espontáneas. En estos encuentros, los participantes conversan durante unos minutos con distintas personas, permitiendo que las primeras impresiones sean naturales y no dependan de un perfil digital.
Este tipo de eventos destaca por ofrecer algo que las apps no pueden replicar: conversaciones fluidas, miradas, risas genuinas y ambientes sociales pensados para conectar sin presión. Además, para muchos supone un alivio evitar horas deslizando o respondiendo mensajes que no llevan a ninguna parte.
Citas a ciegas: la alternativa más sorprendente
Las citas a ciegas organizadas han ganado popularidad entre quienes buscan algo diferente. A diferencia de las apps, donde la estética y la foto suelen ser lo primero, este formato prioriza la personalidad, la química natural y la conversación. Es una forma fresca de conocer a alguien sin ideas preconcebidas ni horas revisando perfiles.
La empresa mallorquina, Como la Liamos!, está redefiniendo la manera de conocer gente. Sus eventos se caracterizan por un enfoque divertido y cercano, pensado para participantes que quieren vivir experiencias reales sin pantallas de por medio. Aquí, el objetivo no es coleccionar matches, sino compartir una noche distinta y dejar que las conexiones sucedan sin artificios.
Una tendencia que va a más
Todo indica que esta vuelta a lo presencial no es una moda pasajera. Representa una respuesta natural a la saturación digital y al deseo de relaciones más auténticas. Las apps seguirán existiendo, pero cada vez más personas buscan alternativas que les permitan sentirse vistas, escuchadas y presentes.
Para quienes quieren dejar atrás los algoritmos y apostar por experiencias reales, los eventos presenciales se han convertido en la opción ideal. Y el crecimiento de estos formatos demuestra que, incluso en la era tecnológica, el encuentro cara a cara sigue siendo insustituible.




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