La astronomía en la Salamanca del s. XV. El Cielo de Salamanca

[Actualizado: 2022-12-21]

La Universidad de Salamanca en la segunda mitad del s. XV vivió un periodo de esplendor, con la llegada de Nicolas Polonio que introdujo la astronomía/astrología con sus Tabulae Resolutae recuperando la tradición alfonsí. Una figura fundamental fue Abrahan Zacut que con ha-Hibbur ha-gadol (La Gran Composición) facilitaría los cálculos astronómicos. Hacia el final del s. XV se haría cargo de la cátedra de astrología Diego de Torres, cuyo interés fundamental era su aplicación en medicina.  Mientras ejerció la catedra se pintó en la recien contruida Biblioteca de la Universidad una espléndida pintura astrológica, que tienen una rocambolesca historia, conocida desde 1951 como El Cielo de Salamanca. Fue visitada en 1960 por el astrónomo alemán Zinner al final de su carrera, quien dijo (sin aportar pruebas y utilizando datos erróneos) que la pintura representaba el cielo un 6 de agosto de 1475. Su especulación se asumió como un hecho.  En el texto se muestra la incoherencia de esta propuesta y se emplean los métodos de cálculo que se usaban en la época cuando fue pintada para encontrar su significado astrológico.

La Astronomía/Astrología en Salamanca en el s. XV

En 1460 se creó una cátedra de astrología en la Universidad de Salamanca. La astrología se utilizaba fundamentalmente para su aplicación en medicina, para lo que habitualmente se elaboraban cartas astrológicas (cartas natales y horóscopos), para ello se necesitaba poder calcular para una fecha concreta la posición de los planetas (como tales se consideraban los planetas visibles, el Sol y la Luna) en los signos zodiacales, también los eclipses y las conjunciones se consideraban importantes.

Cuando se instituyó la cátedra las grandes obras astronómico/astrológicas de referencia era el Almagesto y el Tetrabiblos o Qvadripartitum, ambas del alejandrino Claudio Ptolomeo (s. II). En Almagesto se describen los métodos de cálculo astronómicos que aplicando el modelo de geocéntrico dominaron hasta Copérnico (s. XVI).  Claudio Ptolomeo creía en el efecto de los cielos sobre las personas (astrología judiciaria), y lo argumentaba,  así lo presenta en el Tetrabiblos. Su influencia fue enorme, superior al Almagesto,  se enseñaba en las Universidades Europeas hasta el s. XVII, generalmente vinculada a los estudios de medicina. La aplicación del Tetrabiblos requería de cálculos astronómicos que podian hacerse con los métodos descrit0s en el Almagesto. El Almagesto era difícil de emplear y en la Edad Media se desarrollaron métodos alternativos que utilizaban tablas a las que se aplicaban unos cánones o reglas para hacer los cálculos deseados.

Los árabes mejoraron el Almagesto y simplificaron su uso.  De hecho, son quienes lo que introdujeron en Europa. A partir de los trabajos más valiosos de astrónomos árabes se elaboraron las Tablas Toledanas (s. XI). Ellas sirvieron como referencia a las Tablas Alfonsíes (s. XIII) que se expandieron por toda Europa. Se convirtieron en el texto de referencia utilizado en cálculos astronómicos desde mediados de siglo XIII a mediados del siglo XVII).

Además de calcular las posiciones de los planetas y su paso por los distintos signos zodiacales servian para predecir eclipses solares y lunares, el establecimiento de calendarios, la predicción de efemérides astronómicas.

Las tablas alfonsíes utilizaban el modelo de Ptolomeo pero incluso tras la publicación De revolutionibus orbium coelestium de Copernico (1543) siguieron empleandose hasta que fueron sustituidas por Las Tablas rudolfinas o rodolfinas (Tabulae Rudolphinae) de Johannes Kepler de 1627.

A pesar de tener su origen en la Castilla del s. XIII las Tablas Alfonsíes no eran utilizadas en la España del s. XV. Se reintroducirian indirectamente por Nicolás Polonio (su apellido hace referencia a su origen), primer ocupante de la cátedra de astrología de la Universidad de Salamanca. He indicado indirectamente pues este no utilizaba las tablas alfonsíes tal cual si no las Tabulae Resolutae que el mismo elaboró que tomaba como referencia el meridiano que pasaba por Salamanca. Eran una adaptación de la versión de las tablas alfonsíes de Andreas Grzymalatablas utilizadas en la Universidad de Cracovia. Los sucesores de Polonio, como Juan de Selaya (1464-69), siguieron utilizando las Tabulae Resolutae.

Alrededor de 1470 se incorpora a la investigación astronómica Abrahan Zacut, nacido en Salamanca donde residió hasta la década de 1480. Su condición de judío impidió que fuese profesor en la Universidad de Salamanca. Dejó Salamanca para formar parte del “colegio invisible” de sabios que reunió Juan de Zúñiga y Pimentel en Extremadura. Emigrando a Portugal tras la expulsión de los judíos de España.  Zacut escribió en hebreo ha-Hibbur ha-gadol (La Gran Composición) traducidas al español por Juan de Selaya al español. Mas adelante publicó el Almanach Perpetuum en Portugal (1496). Ambas obras compartían bastantes tablas en común y toman como referencia el meridiano de Salamanca. Coincidían en muchos cálculos con las Tabulae Resolutae. Una de las grandes ventajas del Almanach Perpetuum era su facilidad de uso.

Con la constitución de la cátedra de Astrología en Salamanca y con la presencia en esta ciudad de Abrahan Zacut, Salamanca se convirtió en el centro de referencia en Astronomía/astrología en la Europa durante la segunda mitad del s. XV.

La historia de este periodo quien mejor la ha estudiado es José Chabás Bergón frecuentemente en colaboradión con  Bernard R. Goldstein, autoridades mundiales en la Astronomía en la Peninsula Ibérica en el periodo XII-XVI. También es de destacar la labor de José-Ángel Domínguez Pérez, que incluye a los astrólogos citados en su libro HITOS Y PERSONAJES DE LA HISTORIA DE LAS MATEMÁTICAS EN LA UNIVERSIDAD DE SALAMANCA. y a Ana María Carabias Torres, especialmente en su libro SALAMANCA Y LA MEDIDA DEL TIEMPO.

El Cielo de Salamanca, una breve historia

En este ambiente, en la década de 1480  (probablemente entre 1483-1486) en la recién construida Biblioteca de la Universidad de Salamanca se decoró la bóveda con motivos astrológicos.

Los avatares que ha seguido esta pintura y las especulaciones sobre su interpretación la contamos en Lo que esconde ‘El cielo de Salamanca’  TheConverstion (16 mayo 2022).  La pintura original permaneció oculta por un periodo de más de siglo y medio, redescubierta en 1901 aún se mantuvo inaccesible hasta que en 1953 la parte que se conservaba (1/3 del original) se trasladó a uno de los recintos laterales del Patio de Escuelas Menores de Salamanca. Desde 1951 se le conoce con el nombre El Cielo de Salamanca, que ha propiciado que popularmente se relacione con el cielo real visto desde Salamanca. Representa la bóveda celeste y no el cielo visto desde Salamanca (hay constelaciones como Centauro que no es visible en Salamanca ni lo era en el s. XV).

Por las referencias de la época sabemos que la bóveda original contenía los signos zodiacales y las treinta y seis constelaciones ptolemaicas, el Sol, la Luna y los planetas visibles. La iconografía usada por el pintor seguro estuvo basada en grabados venecianos de 1482 y en el Poeticon Astronomicon de Higino (siglo I a.e.c.).

CieloDescripcion

La bóveda (lo que se conserva) tiene la forma de un cuarto de esfera donde están representadas:  Los signos zodiacales Leo, Libra, Escorpio y Sagitario, 6 constelaciones Australes y 4 boreales. Además, se incluye el Sol en Leo, el planeta Mercurio en de Virgo, y cuatro cabezas que representan los vientos. Este contenido corresponde aproximadamente a la tercera parte de la bóveda original.

[El mejor estudio sobre los aspectos artísticos y la recuperación de la pintura se la debemos a: Rosa María Hiniesta Martín]

No consta quien realizó la pintura, aunque se acepta que fue el retablista Fernando Gallego, quien no tenía ninguna obra similar, por lo que lo más probable es que fuese asesorado por el que entonces era catedrático de astrología Diego de Torres. Este es autor de dos obras de contenido eminentemente astrológico: el Opus Astrologicum, que era como el libro de astrología dirigido a sus alumnos y un librito referido al eclipse de 1485. El Opus Astrologicum contiene básicamente unas recetas (cánones) con las que elaborar cartas natales y horóscopos. Las reglas que describe Diego de Torres, según José Chabás, se refieren a unas tablas que coinciden con ha-Hibbur ha-gadol de Zacut (y también con su Almanach Perpetuum). En el Opus Astrologicum se cita al Qvadripartitum, es decir, se estaba usando la traducción latina del Tetrabiblos.

Puede encontrarse una trascripción del Opus Astrologicum y un estudio paleográfico EL SABER ASTROLÓGICO A FINALES DEL S. XV EN LA UNIVERSIDAD DE SALAMANCA, por Susana Burgueño Arjona.

En los dos trabajos de Diego de Torres no hay ningún caso que se represente el cielo para celebrar un acontecimiento concreto, ni se menciona observaciones reales del cielo, solo instrucciones para elaborar cartas astrológicas fundamentalmente orientada a aplicaciones médicas, él era médico. Así lo indica en el Opus Astrologicum que finaliza con la siguiente frase: “Aquí concluye la obra compilada por el señor licenciado en artes y medicina, Catedrático de Astrología de la Universidad Salmanticense, Diego de Torres, año 1485, mes de mayo, día 25.”

¿Es el Cielo de Salamanca un planisferio? 

La pintura completa, que estaba en lo que hoy es la capilla de San Jerónimo, y según los comentarios de la época contenía la bóveda celeste con las constelaciones ptolemaicas.

Se puede ver en detalle El Cielo de Salamanca en: https://resultadostidop.usal.es/cielo_salamanca/panorama/3/ y corroborar con lo que se dice a continuación.

Las constelaciones no mantienen proporciones con las reales. Los planetas están incorrectamente situados: En la figura de abajo se muestra una línea de trazos que corresponde a la eclíptica, que es donde deberían ir estar representados el Sol y Mercurio si se buscase colocarlos en su trayectoria real. El Sol aparece en la cabeza de Leo cuando en la realidad está en los pies.

Mercurio y Sol

La distribución de las estrellas no corresponde a sus posiciones reales, hay muchas que claramente son elementos decorativos, en algún caso quizás puede relacionarse lo pintado con alguna estrella real pero no en su localización. Por ejemplo: La estrella Denébola que según el Almagesto está  en la cola del Leo, y que en la realidad (y usando las coordenadas del propio Almagesto)  está por encima de la mayoría de las estrellas de esta constelación en su representación en Cielo de Salamanca deja a las estrellas por encima.   En la fig. de la izda. (correspondiente a las  Tabulae Resolutae) su posición es arriba, que concuerda con su posición real.

En la figura: superior izda. (según Tabulae Resolutae), derecha en el Cielo de Salamanca, debajo disposición real (según SkyProX) Leo

 

En definitiva, la pintura no es un planisferio (se inventaron más de un siglo después, a principios del s. XVI), es una representación iconográfica. Las constelaciones se representan en posiciones relativas que encajan con las del Almagesto de C. Ptolomeo pero sus tamaños son desproporcionados con el cielo real. Lo mismo puede decirse  pero los planetas están representados de forma puramente iconográfica, incorrectamente situados y ocupando un tamaño desproporcionadamente grande. Probablemente su función era decorativa y a la vez didáctica pues se representaba el catálogo de Ptolomeo con referencias astrológicas, como son la presencia de los vientos, y los signos zodiacales y, como explicaremos más adelante, posiblemente la presencia del Sol en Leo y Mercurio en Virgo tiene un gran significado astrológico.

Como se ha indicado la ejecución de la pintura fue realizada cuando ocupaba la cátedra de astrología Diego de Torres, quien básicamente cuya obra da receptas con las que elaborar cartas natales y horóscopos e indicaciones para su aplicación en medicina y aplicabas unas tablas equivalentes al Almanach Perpetuum.  Utilizando este se obtiene que para las fechas indicadas el Sol estaba en el signo de Virgo y no en Leo, tampoco encaja Mercurio.

La figura muestra que en el año 1475 (corresponde al año 3 del  Almanach Perpetuum) el Sol estaba en el signo de Leo desde el 14 de julio al 14 de agosto.

 

SolLeo

Una explicación astrológica

El pintor pudo limitarse a representar las constelaciones y planetas donde mejor le encajasen por motivos estéticos. Pero hay una posibilidad razonable que dado el carácter astrológico de la pintura los planetas estuviesen representados en sus casas. Como se justifica en:

Lo que esconde ‘El cielo de Salamanca’ (TheConversation)
Lo que «El Cielo de Salamanca» oculta (Revista de Astronomía)

Las casas están definidas en el Tetrabiblos o Qvadripartitum, que es el que se explicaba Diego de Torres, como lo indica en su Opus Astrologicum (el se refiere al Qvadripartitum, lo que indica que usaba la traducción latina).  Frases del Qvadripartitum estaban escritas en la bóveda original, trascritas por  Juan González de Dios (catedrático de la Universidad) en 1759, según nos cuenta Fernando Marías.

En el Tetrabiblos o Qvadripartitum las casas astrológicas se distribuían en diurnas y nocturnas. Se puede ver debajo que lo representado en El Cielo de Salamanca se ajusta a este modelo (el sector superior representa las casas diurnas y el inferior las nocturnas. Se conserva los sectores con fondo blanco)

tetrabiblos

El invento de Zinner

Hasta 1960 se consideraba que El Cielo de Salamanca era una pintura astrología, en la línea de lo que se enseñanza en Salamanca cuando se pintó, sin que haya ninguna referencia hasta 1960 de que lo representado sea la posición de los astros en la bóveda celeste en una fecha concreta. En 1960 el astrónomo alemán Zinner, al final de su carrera, estuvo en Salamanca dijo que la pintura representaba la bóveda celeste del 6 de agosto de 1475.  Siguiendo a Zinner los alemanes Noehles-Doerk (1992) establecen dicen que era un cielo en una fecha comprendida entre el 15 y el 28 de agosto de 1475 que es incoherente pues como se ha indicado en el Sol no estaba en el signo Leo en esa fecha (el error probablemente se debe a que no se ha tenido en cuenta que en esa fecha los cálculos se hacían respecto a los signos zodiacales y no a las constelaciones zodiacales.)

Zinner, cuya visión germanófila es bien conocida, busca una relación con obras alemanas y así lo pone de manifiesto dice en el artículo que dedica a El Cielo de Salamanca donde indica el parecido con una obra alemana.

Zinner se basa en datos erróneos como se demuestra en El Cielo de Salamanca y la tetera de Russell. La aceptación de su propuesta quizás pueda explicarse por el contexto histórico en la que visito Salamanca, pero ha seguido hasta la actualidad

En la exposición realizada en Salamanca en el verano de 2022, se utiliza la hipótesis de Zinner como un hecho. Se añade que la configuración planetaria reflejada en la pintura es “extremadamente infrecuente” que supuestamente se repitió a finales de agosto de 2022,  Una configuración como la representada no es infrecuente y como se puede ver AQUÍ, si calculamos las combinaciones de los planetas y signos zodiacales que faltan encontramos que se pueden encontrar ¡16 807 configuraciones planetarias que encajarían con EL Cielo de Salamanca! 

Además, si Diego de Torres hubiese buscado reflejar un evento astronómico, probablemente habría elegido el eclipse de 1485 al que el le dedico un pequeño librito.

Coincidencias curiosas:

Recio Sánchez, P. (2019). La bóveda astrológica del Cielo de Salamanca. Aportaciones para la recreación de su aspecto original. ha realizado una propuesta de reconstrucción con criterios estéticos la bóveda original y llega a una disposición de planetas y signos que casa con el Tetrabiblos sin que R. Sánchez lo buscase.

Almudena Hernandez, partidaria de la propuesta de Zinner, argumenta que el cielo pudo elegirse pues se produjo una conjunción planetaria a mediados de agosto de 1475. En ese caso, según dice, por la disposición de los planetas en la bóveda no cabrían  todas las constelaciones Ptolemaicas, en contra de lo que dicen las referencias de la época . Sin embargo, con la disposición de las casas del Tetrabiblos sí cabrían.

En el Museo del Prado hay una colección de cuadros con los planetas en sus casas, coincide con el Sol en Leo y con Mercurio en Virgo, como en el Cielo de Salamanca.

 

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¿Se repite el Cielo de Salamanca periódicamente?

En las noches en que realizó alguna observación astronómica siempre encuentro alguna razón que hace esa noche única. Me extraño cuando a mediados de agosto de 2022 leí en los periódicos de mi ciudad (Salamanca) que en los días del 22 al 25 de agosto los salmantinos podríamos contemplar una configuración del cielo “extremadamente infrecuente” que solo se producía en promedio dos veces por siglo. Me parecía justo lo contrario: simplemente observando Saturno es necesario esperar 29 años para poder verlo en la misma posición, incluso la modesta Luna, combinando sus movimientos, tarda 19 años en repetir su posición (Ciclo metónico). La posibilidad de ver en la misma noche la Saturno y la Luna en la misma posición que ocuparon en el pasado es menos de una por siglo.

En la exposición sobre El Cielo de Salamanca se decía que la configuración representada en la pintura mural era muy rara. Según los medios de comunicación era la misma configuración que los Salmantinos vieron a finales de agosto de 1475. Realmente lo único que tiene en común el cielo de ambos periodos es que tras el atardecer no hubo (lo escribo en septiembre cuando ya ha pasado) ningún planeta en las constelaciones de Libra, Escorpio y Sagitario. Las posiciones del resto de los planetas son distintas a las que la que tenían el 20 de agosto de 1475.

También se dice que esta configuración (El Sol en Leo, Mercurio en Virgo, ningún planeta en las constelaciones de Libra, Escorpio y Sagitario) en 1100 años (1200 A.D y 2300 A.D) ocurre 23 periodos que en total suman 211 días, que en promedio es aproximadamente 19 días por siglo. A los días en los que se da esta configuración el autor del artículo ha bautizado con el nombre de “Días de El Cielo de Salamanca”.  Se añade que estos días son extremadamente infrecuentes y que “es un hecho excepcional que en el corto período de construcción de la antigua biblioteca y la decoración de su bóveda (entre 1474 y 1486) haya uno, y solo uno, de dichos años en el que la configuración pudo observarse entre el 15 y el 28 de agosto de 1475″.

Debajo se muestra el cielo real visto desde Salamanca el 20 de agosto de 1475

 

CieloSalamanca147508

En la bóveda El Cielo de Salamanca el El Sol en Leo, Mercurio en Virgo y ningún planeta en Libra, Escorpio y Sagitario, pero que eso no implica que corresponda a un cielo real, como hemos visto, con los criterios que empleaba Diego de Torres (que utilizada las tablas de Zacut), que es quien previsiblemente asesoró en la realización de la pintura, no encaja con el cielo en las fechas que se dice.  De hecho, se puede colocar el Sol al azar en un signo zodiacal y situar uno de los signos zodiacales adyacentes a Mercurio dejando sin planetas los 3 siguientes y se demuestra que se encuentran configuraciones reales que cumplen esta condición en un promedio de varios días por siglo, entonces es fácil buscar entre todos los hechos históricos algunos que encajen en las fechas obtenidas. Realmente cada noche es única.

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Artículos y post míos relacionados con El Cielo de Salamanca

[actualizado a: 2023-05-15]

La astronomía en tiempos de Zacut. Desvelando el misterio de El Cielo de Salamanca . Naukas 2023-05-15

Del Almagesto a El Cielo de Salamanca. Revista Española de Física 37 (1) 2023

El Cielo de Salamanca y la tetera de Russell (NAUKAS)

¿Un Cielo de Salamanca extremadamente infrecuente?

Lo que esconde ‘El cielo de Salamanca’ (TheConversation)

Enigmas y avatares de «El cielo de Salamanca» (NAUKAS)

Lo que «El Cielo de Salamanca» oculta (Revista de Astronomía)

En alguna de las referencias donde dice: Mercurio con Géminis (diurna) y Virgo (nocturna) debe decir: Mercurio con Virgo (diurna) y Géminis (nocturna).

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