Podría empezar mi historia allá por enero de 1973, cuando en Bilbao vine al mundo, pero prefiero contarla a partir de 1996, cuando tuve la inmensa suerte de poder ponerme manos a la obra (en el sentido más literal) en aquello que había estudiado y, además, me apasionaba: la investigación en genética.
Por este Diarium podrás encontrar algunos de los frutos de este quehacer diario.