Las navidades comienzan cuando soplan los aires navideños

14/11/15, 12:11

Instrumentos musicales boricuas: el cuatro, las maracas, el pandero y el güiro.  Abajo, la pava, sombrero del jíbaro

 

 

Las navidades en Puerto Rico se caracterizan por ser una de las más largas y festivas del mundo.  Muchos amigos extranjeros, y ajenos a la cultura puertorriqueña, no dejan de sorprenderse cuando les digo que desde finales de octubre ya suenan en Puerto Rico aguinaldos, villancicos, seis, plenas y bombas relacionadas con esta época.  Pero, ¿por qué es esto así?  Por medio de este ensayo más reflexivo que científico-social analizaremos algunos de los factores por los cuales el periodo de la navidad es uno muy largo en Puerto Rico.

Hay muchos factores adicionales por los cuales las navidades son muy largas y las celebramos con particular esmero: en primer lugar, porque es en esta época cuando hacemos gala de nuestras manifestaciones culturales más distintivas. Nos referimos, por ejemplo, a la música, puesto que más de tres-cuartas partes de nuestra música autóctona (los seis, aguinaldos, villancicos, bombas, plenas, danzas, etc.) gira en torno a esta época del año, además de que asociamos nuestro instrumento nacional, el cuatro, a la misma (aunque hay que aclarar que dicho instrumento no es exclusivo a dicha época, pero eso es otro tema aparte en el que no nos meteremos por el momento).  A nuestra gastronomía le pasa igual, ya que es durante esta época que se hace despliegue de nuestros platos y postres más emblemáticos: morcillas, pasteles, el lechón, el coquito y el arroz con dulce, por ejemplo;  pero sobre todo el arroz con gandules, nuestro plato de arroz más distintivo respecto a los otros pueblos caribeños.

También las fiestas tradicionales marcan la extensión de las fiestas.  Antiguamente las fiestas terminaban a comienzos de febrero con la fiesta de la Virgen de la Candelaria, cuando en el calendario litúrgico se marcaba la fiesta en la que María y José presentaban en el templo al niño Jesús.  No obstante esta fiesta, aunque no ha sido olvidada, poco a poco se ha ido perdiendo.  Las tradicionales misas de aguinaldos, nacientes en España, extendidas por todo el mundo hispano, pero que sobreviven de modo particular en Puerto Rico, anticipan el comienzo de la navidad por el componente cultural en torno a esta novena previa a la navidad.  Tampoco podemos olvidar los aguinaldos de reyes, como signo de la devoción que se le tiene a los sabios de Oriente, al punto en el que ese día el puertorriqueño lo dedica para “reyar”.  Recientemente, otras fiestas han marcado el inicio y fin de la navidad, como el día de Acción de Gracias, de origen estadounidense, puesto que es un día de fiesta en el que el puertorriqueño tiene la oportunidad de reunirse con la familia y amigos y comenzar “oficialmente” la navidad.  También las Fiestas de la Calle San Sebastián en las que se han tenido en años recientes como el final de la navidad, ya que tienen lugar a finales de enero.

A estos factores queremos añadir otros, no desconocido, pero que al ser tan habitual, se da muy por sentado y casi pasa desapercibido.  Nos referimos a los llamados “aires navideños”, que tanto les han cantado a través de aguinaldos, seis, entre otros géneros musicales.  El término alude al momento en que se siente por fin los vientos que traen el clima más agradable del año, aproximadamente desde finales de octubre hasta febrero (aunque ciertamente esto no es fijo por el cambio climático), razón por la cual no debe extrañarnos lo pronto que comienzan las navidades en Puerto Rico si guarda también una relación con el clima.

En fin, podemos afirmar que nuestra tradición navideña es  producto de todos estos factores culturales, sociales y climáticos ya señalados.  No podemos ignorar el que haya una estrategia de mercado detrás en la que se ha tratado de comenzarlas lo antes posible y terminarlas lo más tarde posible por una cuestión de económica. Pero tampoco podemos ignorar que ésta también es la época del año de las oportunidades y dejar atrás el año vivido, sobre todo en tiempos de crisis, para nada ajenos a la historia de nuestro pueblo.  No en vano nuestras manifestaciones culturales han girado en torno a estas fiestas y estos motivos, el año que dejamos atrás y la oportunidad de volver a comenzar con la llegada de otro nuevo.

 

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