Hace 3 meses que Windows 10 fue lanzando al público. Microsoft lo considera como una de sus maravillas ya que junta la “simplicidad” de Windows 8 y la comodidad de Windows 7, es más, es tan bueno que hasta Microsoft lo regala para que puedas actualizar tu sistema operativo a esta última versión completamente gratis desde su web.
Esta última versión corrige los problemas y el lag que ocasionaba los anteriores sistemas, es mucho más simple, más cómodo y mucho más rápido. Hasta aquí todo es muy bonito, pero muy poca gente se ha dado cuenta o no se ha parado en leer sus términos de condiciones al instalar dicho sistema operativo. ¿Es necesario que Windows envíe información de tus gustos, de tu ubicación en cada momento, de lo que escribes en los correos electrónicos y los guarde en su servidor?
Para instalar Windows 10 hay dos opciones, la primera que es la manera manual y la segunda que es el método automático. El de manera manual que es como una tonelada de configuraciones, y el de manera automática que con un solo click, se instala el sistema operativo en cuestión de segundos.Pues bien, cuando lo haces de manera automática aceptas una serie de condiciones un tanto curiosas. 30 hojas donde por ejemplo aceptas de manera implícita que el micrófono de tu ordenador estará siempre abierto pudiendo transmitir información a Microsoft. Un software que graba al servidor de Microsoft todas las teclas de tu teclado cuando estás hablando por ejemplo con una persona por email capturando hasta 12000 palabras, algo así como 20 páginas de Word y ahí no queda la cosa, si tu mensaje es algo susceptible o si Microsoft lo considera susceptible de delito, puede avisar a las autoridades. ¿Hasta qué límite vamos a llegar con nuestra propia privacidad? ¿De verdad es necesario que nos controlen de esta manera?





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