I. Salió vestido con una camisa blanca. Una camisa entallada, con una especie de cuello alto. Algo extraño. No podía diferenciarlo desde donde estaba. Sin papeles. No salió a leer un comunicado. Con tiempo. “todo el que queráis para hacerme todas las preguntas que queráis”.
II. Salió a contar todo lo que él sabía de lo que le estaba pasando. Quiso contar tanto que el principio fue farragoso. Daba los nombres de los ciclistas que habían comido antes que él el día 21 de julio. Quiénes estaban sentados en su mesa. Por qué comieron un solomillo. Qué pensaba Vinokurov. Por qué, personalmente, decidió comer carne ese día. Un sinfín de datos. dijo que llevaba pasando controles sanguíneos todos los días desde que se puso líder del tour, dijo todos los ceros de que estaban antes del 5 en el índice de clembuterol hallado. No dijo más porque nadie preguntó más. Había periodistas franceses, alemanes, italianos, daneses, españoles (claro), más de un centenar. Contador debía alzar la voz para que se le escuchase. No había sonido amplificado en la sala. yo creo que cuando acabó se sintió aliviado, descargado, con el resuello que le quedaba después de hacer lo que debía, adelantarse a una filtración que iba a hacer pública la prensa alemana, el país donde se realizaron los análisis.
III. Todo lo que no quedó aclarado quedó en la parte de la uci y de la agencia mundial antidopaje. Pero la pregunta es: contador y la uci están en conversaciones para ver qué ha pasado (la uci dice explícitamente en su texto que el rastro de clembuterol es 400 veces menor que el que da doping), trabajan sobre la hipótesis de una intoxicación alimentaria, y la uci ¡le suspende cautelarmente! ¿Por qué?
IV. Mientras los periodistas esperaban la llegada de contador, una periodista alemana se le acercó a un español y le dijo: “Perdona, necesito la opinión de un experto en ciclismo sobre lo que va a pasar aquí, te importa contestar a unas preguntas?” El español le respondió: “No, no me importa, pero yo no soy experto en ciclismo”. Se quedó parada un segundo y le dijo: “Bueno, ven”. Ahí puso ella el listón de su información.
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