En primer lugar destacamos al ERP como el sistema central con el que se gestiona una organización. Actualmente nuestro país se encuentra en plena crisis sanitaria a cuenta del ya famoso COVID19, las pequeñas y medianas empresas que no dispongan de un ERP tendrán grandes dificultades para garantizar la continuidad de sus servicios administrativos. Y, por lo tanto, la viabilidad de sus negocios.
Desde Datisa se apuntan tres de las razones más relevantes que hacen que una pyme que opera con ERP sea más competitiva que otra que no apoya su gestión en este tipo de aplicativos tecnológicos:
• Gestión óptima de la información. Evaluar la evolución del negocio, marcar objetivos y nuevas etapas, definir procesos y operativa, todo es estratégico para calcular el rendimiento. También, para optimizarlo. Calcular los márgenes de venta, los precios adecuados, la ratio de beneficios o cualquier otro dato se complica cuando el volumen de negocio crece o, simplemente, cuando las funciones asociadas o las personas que intervienen son variadas.
• Unificación de procesos y workflows. Un ERP es una plataforma de unificada que facilita la integración y centralización de tareas. La diferencia entre las organizaciones que cuentan con un ERP y aquellas que no es que las primeras almacenan todos sus datos en un único repositorio central, con todas las ventajas que ello implica, mientras que las segundas siguen almacenando datos en sistemas y aplicativos diferentes.
• Cero redundancias y seguridad del dato. Las pymes que no cuentan con aplicativos ERP para gestionar sus recursos se encuentran con frecuencia con datos no actuales, erróneos o redundantes. Esto implica inconsistencias y errores y complica la toma de decisiones.
Muestro un enlace de un vídeo en el que explica como pueden actuar las pymes ante la contingecia del covid-19:






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