El mes de Mayo, es tiempo de romerías; todas ellas de larga tradición y animada participación popular. La primera que se celebra, la del Cristo de Valderrey, tiene lugar en los alrededores de la ciudad, procesionándose en el bosque de Valorio. Pero, la más popular y oficial de Zamora, es la Romeria de La Hiniesta, que se celebra el lunes de Pentecostés; en ella la Virgen de la concha y su hijo son llevados en procesión hasta el vecino pueblo de La Hiniesta, donde se venera a la Virgen de este nombre. Al encontrarse las dos imágenes, tiene lugar el tradicional “Baile de los Pendones”. Los alcaldes de ambas localidades intercambian sus bastones de mando y los ciudadanos confraternizan en el popular y atractivo bosque de Valorio.
Siete siglos de tradición sustentan a esta fiesta, que tiene sus orígenes en la talla de la Virgen que encontró, en el lugar que hoy ocupa la localidad de La Hiniesta, el rey Sancho IV cuando se hallaba de caza. La Virgen fue llevada a Zamora y allí permaneció, el tiempo que se tardó en construir la grandiosa iglesia en su honor, por mandato del rey. La Virgen de la Concha, en cuyo templo había sido depositada la de La Hiniesta, acompañó a ésta hasta su nueva casa el día de la inauguración y desde entonces, cada año, repite su visita.








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