Periodistas clínicos: Medio ambiente y consumo responsable ” La contaminación del aire aumenta la mortalidad del COVID-19″

26/03/20, 21:40

https://www.tiempo.com/ram/la-contaminacion-del-aire-aumenta-la-mortalidad-del-covid19.html

La contaminación en las ciudades ha alcanzado, durante los últimos años, niveles considerados como peligrosos y de riesgo para la salud. Los expertos aseguran que estos niveles de contaminación del aire, generado en gran parte por las emisiones de los vehículos, pueden estar directamente relacionados con el aumento del número de fallecimientos por el COVID-19. Si bien es cierto que no existe un vinculo con base científica entre la mortalidad de dicho virus y la contaminación del aire que respiramos; si que existen dichos estudios sobre brotes anteriores como el SARS de 2003, que presenta una similitud del 80% con el actual virus, en el cual se demostró que en las regiones que presentaban unos mayores índices de contaminación, las probabilidades de morir aumentaban en un 84%. Esto se debe a que la contaminación del aire provoca genera graves problemas de salud como pueden ser, enfermedades respiratorias o hipertensión, siendo estas enfermedades, entre otras, en las que el COVID-19 presenta una mayor tasa de mortandad. Como conclusión, es fundamental que saquemos provecho de esta terrible pandemia para instar a los Gobiernos a legislar, de un modo más estricto, sobre las emisiones contaminantes, sobretodo las de los vehículos, prohibiendo la circulación de aquellos coches más contaminantes y, dándoles la posibilidad a sus dueños de obtener a cambio un bono transporte, como ya se hace en algunas ciudades españolas; asimismo, se les debería instar a aumentar el presupuesto de las ayudas anuales convocadas para la compra de vehículos eléctricos, así como subvenciones para la instalación de paneles solares y otras formas de obtener energías renovables y limpias con las que cargar las baterías de estos vehículos eléctricos. Para finalizar, quiero lanzar una reflexión a todos los lectores. Todos estamos muy concienciados de los problemas medioambientales existentes, realizando acciones como el reciclaje o apagar las luces y cerrar grifos cuando no son necesarios; pero, ¿somos realmente conscientes de los más graves problemas medioambientales que nos rodean?

Jaime Castaño Hernández

Alumno de la Línea de Medio ambiente y Consumo responsable de la Clínica Jurídica de Acción Social

Periodistas clínicos: Medio ambiente y consumo responsable: “Coronavirus: cara y cruz en la lucha contra el cambio climático”

26/03/20, 12:31

https://www.elmundo.es/ciencia-y- salud/ciencia/2020/03/23/5e74f3a821efa05d408b4639.html

El COVID-19 ha sido capaz de paralizar toda la sociedad. Nos hemos adentrado en una gran incertidumbre que marcará un antes y un después en la historia de la humanidad, pero ¿cómo será ese ̈después ̈?

Han surgido dos posturas contradictorias en torno a esta cuestión. Por un lado, están los que ven en esta pandemia una oportunidad para frenar el cambio climático, y, por otro, los que piensan que la crisis económica consecuencia de este virus dejará a un lado la preocupación climática.

El COVID-19 se ha unido a la crisis climática para darnos más razones para cambiar nuestro modelo de producción y consumo. En China, tras llevar a cabo la paralización total de la producción, excepto los servicios esenciales, y el confinamiento de la población, se han reducido un 25% de emisiones nocivas en la atmósfera, suponiendo un ahorro de 200 megatoneladas de CO2 en el mundo, así como una caída del 40% de NO2, mejorando notablemente la calidad del aire.

Los expertos anuncian una caída de emisiones de CO2 a nivel global, algo que no ocurría desde la última crisis financiera en el año 2008, puesto que en la última década, las emisiones de gases de efecto invernadero han ido en aumento. Sin embargo, no hay nada que celebrar, ya que esta bajada de emisiones es debida a una crisis económica, y si no se llevan a cabo las políticas y medidas adecuadas para tal situación, la disminución de emisiones de gases de efecto invernadero no será sostenible.

Por otro lado, la depresión económica apunta, de acuerdo con Bloomberg New Energy Finance, a que se producirá un estancamiento en el sector de las energías renovables, concretamente en el ámbito de la energía solar y en la fabricación y comercialización de automóviles eléctricos.

Pero esto no es todo. La pandemia global también amenaza la celebración de la COP26, cuyo anfitrión es Glasgow, Escocia. Por ello, no conviene celebrar la bajada de emisiones a consecuencia del COVID-19, ya que realmente, aunque a corto plazo podamos observar un descenso considerable de emisiones nocivas para el planeta, a largo plazo, se dejarán de lado asuntos y planes destinados al medio ambiente de suma importancia.

Como hemos dicho anteriormente, el COVID-19 supondrá un antes y un después, cambiará el modo en el que viajamos, trabajamos e incluso nuestras relaciones personales, predominará un mundo virtual en el que el contacto humano irá perdiendo cada vez más protagonismo. En nuestras manos está que ese cambio sea sostenible, o no.

Ana María Gómez García

Línea de Medio ambiente y consumo responsable de la Clínica Jurídica de Acción Social