Curiosidades Instrumentales.
¿MADERA O METAL?
Parece una pregunta absurda pero, sin embargo, no lo es en absoluto. Al observar el instrumento, la respuesta parece clara: metal. A pesar de ello, el saxo se encuentra clasificado dentro de la familia de los instrumentos de viento-madera, y en su disposición en la orquesta sinfónica aparece junto al clarinete. Esta peculiaridad, que lo convierte en un ejemplar único, deriva del principio sonoro por el que se creó, que pretendía otorgar a un instrumento metálico las cualidades sonoras y tímbricas de la cuerda.
Adolphe Sax tuvo la virtud de demostrar que la proporción de la columna de aire que se forma en el interior, y no el material que se emplea, es la que determina las cualidades tímbricas del instrumento. De esta forma surgió el saxofón, un híbrido a medio camino entre el clarinete (instrumento de madera de lengüeta simple) y la trompeta (totalmente metálico y de sonido más estridente). Con las cualidades del metal y la versatilidad de los instrumentos de madera, el saxofón se hizo un lugar entre los grandes.
Gracias al saxofón, las bandas militares pudieron eliminar el “vacío” sonoro que existía entre los instrumentos de viento-madera y los de viento-metal. Así, el saxofón, al ser una mezcla de ambas familias, es el instrumento idóneo para fusionar las dos grandes familias de los instrumentos de viento.
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