Las nuevas tecnologías están presentes en mayor o menor medida en todos los sectores económicos.
Todas las empresas luchan por ocupar la primera posición en la mente de los consumidor, por lo que deben innovar constantemente y estar al corriente de las tecnologías que salen al mercado y pueden aplicar a su negocio.
En este caso, os hablaré sobre los hoteles que quieren aplicar las nuevas tecnologías a la prestación de sus servicios.
La gran mayoría de hoteles/apartamentos comenzaron sustituyendo las cerraduras de toda la vida por un sistema de tarjetas magnéticas, resultando toda una innovación.
Ahora, quieren llegar más lejos. Por eso, la empresa barcelonesa Broomx ha presentado un modelo de habitación totalmente conectada e inteligente.
Algunas innovaciones son la identificación del cliente a través de un sistema de reconocimiento facial, un “robot humanoide” encargado de recibir y dar la bienvenida al cliente en el hotel,etc.
Previamente, el huésped habrá descargado en su móvil una aplicación donde marcará sus preferencias de alojamiento. Así, cuando éste llegue, se encontrará con una habitación totalmente personalizada según sus gustos. Las paredes de la habitación serán pantallas que cambiarán según el estado de ánimo del cliente.
Desde la aplicación se podrá controlar la música, la luz de ambiente y el despertador.
Hay un mayor control del consumo, por lo que se rentabiliza energéticamente la estancia, existiendo una mayor concienciación sobre los recursos naturales.
El lanzamiento de un proyecto tan innovador tendría un gran impacto en la sociedad, que tendría opiniones muy dispersas.
En un primer impacto, todo el mundo querría probar una experiencia virtual así, donde son atendidos por un robot que les recibe y lleva a su habitación. Allí, los huéspedes pueden diseñar la habitación según sus gustos, e interaccionar con ella como deseen.
Sin embargo, simplemente se trata de una novedad que será sustituida por otra. Una novedad que con el tiempo, resultaría aburrida, puesto que al fin y al cabo, los hoteles prestan un servicio básico, y el resto son servicios/ atributos adicionales cambiantes. La mayoría de clientes prefieren las cosas sencillas, donde la interacción con las personas (no con robots) es un factor clave.
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