Los educadores se enfrentan a nuevos desafíos en una sociedad caracterizada por la implosión de tecnologías digitales, la incertidumbre, el materialismo y el narcisismo. Nos encontramos ante nuevas generaciones que exigen una nueva forma de enseñar, son jóvenes impacientes y autodidactas, y quieren aprender de forma interactiva y dinámica. Ver un vídeo es, para muchos, la manera más efectiva de entender un tema. Por otra parte, los problemas que han generado los rápidos cambios tecnológicos en nuestras formas de comunicarnos y acceder a la información son patentes y afectan a los jóvenes: infoxicación, falta de privacidad, inseguridad y engaño, ciberacoso, adicción, acceso a contenidos inadecuados por parte de los menores como el consumo temprano de pornografía, etc. Lo que nos lleva a preguntarnos, ¿tienen los jóvenes las competencias necesarias para utilizar estas tecnologías con seguridad y de forma apropiada?. Diversos estudios apuntan que estos problemas se deben a una falta de formación idónea para el uso de estos nuevos dispositivos y a la falta de estrategias para gestionar de forma segura y eficaz estos nuevos entornos virtuales y sin límites espaciales y temporales. Por lo tanto, los retos para los educadores se sitúan en dos líneas: 1) La enseñanza se debe beneficiar de forma positiva de los nuevos desarrollos tecnológicos para mejorar los procesos de aprendizaje, facilitando la comprensión y los conocimientos significativos para los estudiantes. 2) La educación debe procurar paliar los efectos adversos de estos nuevos entornos de comunicación y aprendizaje, así como fomentar los valores para conseguir que sean ciudadanos comprometidos con la idea de un futuro más justo y equitativo.
Leer el artículo completo:
https://educa.fmleao.pt/wp-content/uploads/2021/07/Educa_6_CONFERENCES_154-161.pdf
Se han bloqueado los comentarios.