Aunque el Bull Terrier es una mascota encantadora y juguetona, esto no le convierte en el compañero perfecto para un niño (por lo menos no sin el adiestramiento ni la supervisión adecuadas). Tendrá usted más éxito criando a un Bull Terrier en una casa que ya tenga niños. Si ha tenido usted a un Bull Terrier durante muchos años, antes de tener niños en casa, podrían surgir problemas. Los Bull Terrier no aceptan con agrado las bromas, los empujones y los estirones a los que los niños suelen someter a una mascota. Desgraciadamente, la primera reacción del Bull Terrier a tal molestia es morder (una situación muy peligrosa para los niños pequeños, que no saben hacerlo mejor). Asegúrese de que su hijo entienda que debería tratar a su Bull Terrier con respeto. Nunca deje solos a un Bull Terrier y un niño. Con el tiempo, el adiestramiento y el desarrollo de un respeto mutuo, los niños y el perro no sólo se llevarán bien, sino que medrarán. Un Bull Terrier es un perro alegre y juguetón que siempre está listo para cualquier cosa que quiera hacer un niño. Debido a su gran fuerza y resistencia, el Bull Terrier tiene lo que parece ser una paciencia sin límites con los niños una vez entabla amistad con ellos.
De todas formas, incluso aunque su Bull Terrier se lleve bastante bien con sus hijos, no asuma que se mostrará tan amistoso con todos ellos. De nuevo, asegúrese de supervisar las actividades. Una vez esté seguro de que él adora a los niños, podrá tranquilizarse.



Se han bloqueado los comentarios.